Archivo por meses: septiembre 2014

La inventiva implícita en la independencia

«¿Existía la nación mexicana antes de las guerras de independencia? (…) ¿existía la nación argentina antes de la independencia del Río de la Plata? ¿Existía la nación peruana o la colombiana? (…) la investigación histórica de las décadas recientes ha demostrado que en Hispanoamérica toda, la independencia sucedió primero, y la identidad nacional se construyó después, y a veces bastante trabajosamente»

Bandera capturada a los insurgentes en Acatita de Baján y que se conserva en el Museo del Ejército de Madrid. El color azul de la cruz de Borgoña fué elegido por los rebeldes para diferenciarla del rojo de las banderas realistas.

Bandera capturada a los insurgentes en Acatita de Baján (México) que se conserva en el Museo del Ejército de Madrid. El color azul  fue el elegido por los rebeldes para diferenciarla del rojo de las banderas realistas, pero la cruz de Borgoña era el mismo símbolo de unidad de Hispanoamérica durante más de 300 años.

El siguiente texto es un fragmento originalmente titulado «Pensar la inventiva implícita en la independencia», del escritor y antropólogo Claudio Lomnitz, publicado el 17 de septiembre de 2014 en el periódico digital mexicano La Jornada.

A estas alturas todos sabemos –o al menos todos intuímos– que la historia es a la vez mito y espacio de pensamiento crítico. Esto se debe, en parte, al doble sentido que tiene la palabra historia, que se refiere a la vez a lo que sucedió, y a las formas en que contamos lo que sucedió. O sea que la historia es a la vez una serie infinita de pequeños y grandes hechos que en verdad transcurrieron, y una serie de cuentos que contamos acerca de algunos de esos eventos (la mayor parte de las cosas que sucedieron no se llegan a contar nunca).

La tensión entre lo que sucedió y cómo se cuenta lo que sucedió hace que la investigación histórica –el esfuerzo por documentar lo que sucedió– tenga siempre la capacidad de vulnerar los cuentos que ya circulan sobre lo que sucedió. O sea que existe una tensión inherente entre la investigación histórica y el mito histórico, y en general entre la historia recibida y la investigación histórica. El mito histórico se alimenta usualmente de la investigación, pero la investigación conlleva la posibilidad de desestabilizar o de vulnerar al mito.

¿Qué tan bien parado está el mito de la independencia de México, hoy, ante la investigación histórica que se ha realizado en torno de la disolución del imperio español, y del nacimiento de la República Mexicana? Sigue leyendo

La condición hispanoamericana actual

«el hispanoamericano existe con irrefutable realidad, es reconocible a poco que se lo vea aparecer y actuar, y se escuche su voz y se atienda a su pensamiento. Individual o grupalmente distintos unos de otros como cualquier sociedad al fin, tiene con sus coterráneos un perceptible aire de familia, una marca común en su estilo de vida, en su manejo del lenguaje, en su trato con los demás, en su intención existencial, que lo caracteriza y distingue»

Panorámica de Cartagena de Indias

Panorámica de Cartagena de Indias

Capítulo 6 y último del ensayo titulado «Viaje por el alma hispanoamericana», del escritor y crítico literario Carlos Loprete, que mereció el premio literario «La Nación» (Buenos Aires, 1992).

El hombre nunca está definitivamente hecho. Con más acierto puede mirarse como una entidad en continua actividad, un proceso antes que una obra concluida, un vivir creándose a sí  misma en cada circunstancia. ¿No habría acaso un margen para la espontaneidad en ella?

El hombre hispanoamericano le agrega un matiz de originalidad, quizá porque su juventud histórica se lo impone. Su alma está interferida por inserción de componentes exógenos de múltiple procedencia, que no han tenido tiempo para acrisolarse en un nuevo metal, de fundirse en una entidad que armonice mejor con el mundo contemporáneo, pero que el mismo tiempo no lo obligue a renegar de su estirpe, su tradición y su valoración de la realidad. Esta insofocable obstinación en autoanalizarse en la búsqueda de su propia imagen histórica ha convertido al hispanoamericano actual en un ejemplar en polémica consigo mismo, pero irreductible y autónomo, gobernado desde adentro, con sus específicas excelencias y falencias Sigue leyendo