Archivo por meses: junio 2013

La involución hispanoamericana

Entrevista al Dr. Julio Carlos González, abogado, escribano, ex profesor de economía en la Universidad Nacional de Buenos Aires (1965-1976) y profesor de Estructura Económica Argentina en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora desde 1989

«La América española, nuestra nacionalidad, fue involucionada, achicada y deformada. De cuatro grandes virreinatos y de una nacionalidad homogénea (el autóctono, el hijo del español y el mestizo), se formaron 21 países en una balcanización atroz. Y se extirpó la estirpe cultural y espiritual hispano-indiana (o indo-española). Consecuencia: en el año 2011 somos, en toda América española, un pedazo de tierra con un montón de gente arriba desorientada, angustiada por la pobreza y la miseria, sin horizontes, sin voluntades. Pasamos de sujetos de la Historia a objeto de la política y de los intereses ajenos. Como país no existimos. Tenemos que reconstruirnos. Un ejemplo de esto lo dio el espectáculo del 25 de mayo en Buenos Aires; una multitud de dos millones de personas. Esa multitud en su semblante y en sus cantos exhibía a dos millones de personas que buscaban un país y no lo encontraban (…)

(…) ¿Qué le queda a la Argentina? Fundar el Estado nacional argentino e hispanoamericano; definitivo e irreversible. ¿Se puede? Sí se puede. Comenzando (…) por un nuevo sistema monetario (…) siendo sujeto de la política exterior, no objeto de la política de otros»

El Pacto de Familia

«He aquí dos ideas básicas, dos premisas de la política hispanoamericana de Lucas Alamán: los países hispanoamericanos son miembros de una familia histórica cuyo interés común es salvaguardar su existencia; sus relaciones son específicas y deben ser objeto de trato especial. En consecuencia deben unirse en un Pacto de Familia (…) El “gran objeto político (…) es el promover la unión de todas las Repúblicas formadas de lo que antes fue Colonias Españolas, para que procedan de acuerdo en todo lo que puede llamarse intereses comunes, y restableciendo los lazos fraternales que entre ellas existían y que nunca debieron romperse por la independencia, se adquiera para todas la consideración que en la política sólo se concede a las grandes masas”. Es la idea persistente común al pensamiento de Egaña, Bolívar, Muñoz Tébar, del Valle, Zea»

Lucas Alamán, en un grabado incluido en su obra "

Lucas Alamán, en un grabado de mediados del siglo XIX. Espíritu culto y político de gran visión estratégica, comprendió la necesidad de unir a Hispanoamérica para convertirla en una gran potencia capaz de salvaguardar su existencia y defenderse de las amenazas de potencias extranjeras, particularmente Estados Unidos.

El siguiente texto es un extracto del libro «La Patria Grande. La reunificación de Hispanoamérica: Historia de una idea persistente» (Capítulo 14), de Raúl Linares Ocampo (Ediciones del Instituto Bolívar, Arequipa-Berlín, edición de 2010). El presente artículo es uno de los escasos textos que actualmente pueden encontrarse en internet sobre el Pacto de Familia de Lucas Alamán, una de las figuras clave del unionismo hispanoamericano.

Desechada la opción a una reunificación por lo menos parcial a causa del fracaso del Congreso de Panamá, en adelante nuestros países debían enfrentarse aislados a potencias europeas ya consolidadas y de infinito poder; a los Estados Unidos, “una poderosísima nación, muy rica, muy belicosa, y capaz de todo; y al imperio brasileño, ocupado en extender su frontera a costa del territorio hispanoamericano. Lucas Alamán, como único vidente entre los ciegos del gobierno mexicano, había apoyado desde el principio y sin reservas la empresa bolivariana: firmó los tratados de alianza con los artículos de intervención, defendió su carácter anfictiónico, y por tanto se opuso a la participación de los E.U., y vio en la Confederación Hispanoamericana el medio adecuado para defender la integridad del territorio mexicano “contra las acechanzas de sus enemigos”, como Bolívar ofrecía. Cayó derrotado por la diplomacia autocolonial, según vimos. Años después retorna a la Secretaría de Estado desde la cual intenta realizar una variante de la empresa bolivariana. El presente capítulo la describe, a la vez que recoge su testimonio sobre la verdadera causa del fracaso del Congreso de Panamá, del cual él fue inicialmente un protagonista y cuyos documentos probatorios estaban a su disposición en la Cancillería. La diplomacia autocolonial de la República Criolla lo derrotó una segunda vez, por patriota. Sigue leyendo

Boom hispanoamericano

«Rescatar el uso de Hispanomérica e hispanoamericano, en el terreno básicamente lingüístico y cultural, para referirse a países de lengua española es una propuesta digna de atender. Habría que poner al margen discusiones bizantinas sobre el supuesto gesto imperial que connotaría hispano o hispánico, que no ha de serlo más que latinoamericano, producto de la francofilia de unos y los afanes expansionistas del sobrino de Napoleón»

Artículo de opinión de Fernando Rodríguez Mansilla, doctor en literatura española del Siglo de Oro, publicado en el sitio web Oro de Indias el 13 de diciembre de 2012.

hispanoamerica y sus escritoresHe seguido con atención y gran provecho los textos ofrecidos en el informe especial de El País dedicado a celebrar los cincuenta años del inicio del llamado Boom. El título completo del especial reza: 50 años del Boom latinoamericano. La literatura que cambió el español. Comparto y aprecio casi todo lo que plumas bien documentadas y talentosas han escrito en los diversos textos que lo conforman, pero tengo un amago de discrepancia o, mejor dicho, una duda: ¿por qué latinoamericano y no hispanoamericano? En mi opinión, hispanoamericano resulta un adjetivo más preciso. En vano he fatigado los textos del especial buscando alguna mención a literatura brasileña o del Caribe francófono y no he encontrado nada. Porque, para honrar el término, Latinoamérica o latinoamericano ha de referirse a los países americanos con lenguas de origen latino. Emplear latinoamericano para lo que solo es hispanoamericano es tan pretencioso e inexacto como decir que se va a abordar la literatura románica y solo hablar de literatura española.

Sin embargo, la imprecisión de latinoamericano o Latinoamérica es desbordante y ambos términos se emplean, a veces, como comodines y frescos cajones de sastre para referirse a autores, obras o realidades de países marcados más bien por la colonización específicamente española.De hecho, Latinoamérica suele usarse como un cliché, un lugar común cuando hay que referir algo exótico o llamar la atención sobre una supuesta comunidad imaginada. Sigue leyendo

El espacio cultural español-hispanoamericano

«Durante los 300 años de dominación española América construye una historia común, un proceso que vincula al Caribe con el Río de la Plata, a la pampa Argentina con la selva centroamericana, a las antiguas ciudades aztecas con las culturas de los Andes (…) Hispanoamérica se planteó en momentos sucesivos y con perfiles diferentes, según las épocas, una nueva instancia de unidad (…) Hispanoamérica tiene como destino manifiesto el de salir al mundo, y ser reconocida en su potencialidad y en su fuerza mediante la integración»

Artículo de Ana María Cecchini de Dallo, miembro del Centro de Estudios Hispanoamericanos de Santa Fe de la Vera Cruz, publicado en 2003 en el sitio web de esta misma entidad.

Mapa político de la Hispanoamérica actual, comparada a la misma escala con las superficies de España y Francia.

Mapa político de la Hispanoamérica actual, comparada a la misma escala con las superficies de España, Francia y Portugal.

¿Vinieron por el mismo camino? ¿Llegaron por los hielos a pie? ¿Por el mar en pequeñas canoas o balsas? El mismo hombre americano nace rodeado de misterios.

¿Fueron diferentes y desde sus comienzos se iniciaron en el mestizaje? ¿O fueron étnicamente semejantes pero, instalados en la inmensa diversidad de nuestro continente, tuvieron inspiraciones y reacciones diferentes?

¿Fue la naturaleza, quizás, la que le indujo caminos culturales disímiles, sus expresiones artísticas, su modo de producir y su organización?

El hombre de los Andes, tal vez por la cercanía del sol y las estrellas o por la inmensidad silenciosa de sus paisajes se concentró a construir una civilización admirable: la del Tahuantisuyo.

Los naturales de las pampas, próximos al Paraná y sus infinitos brazos, tal vez por la facilidad con la que la naturaleza les daba sus dones, vivían en un estadio anterior, de recolectores, sin demanda que los urgieran a crecer.

América es aún una suma de interrogantes.

Desechamos la denominación de Latinoamérica por tratarse de una denominación ajena y extraña a las definiciones históricas, culturales y biológicas. Sigue leyendo

Los secretos que oculta el Tratado de Itaipú

«La línea de separación de territorios con Portugal (el Imperio del Brasil) dio por legítimos los límites antes citados, entre los dos imperios, antes de darse los procesos emancipadores a partir de 1811. Todo quedó modificado, por la fuerza de ocupación, después de la Guerra del 1870 (…) La soberanía del Paraguay sobre los Saltos ya no interesa (…) El gran consumidor seguirá siendo el Brasil, y Paraguay, sin una gestión y política de Estado serias, seguirá reclamando, indignamente, su condición de perdedor»

Mapa de la Cuenca del Plata

Mapa de la Cuenca del Plata, una de las mayores cuencas hidrográficas del mundo, donde se encuentra la represa hidroeléctrica de Itaipú. El Paraguay se halla íntegramente dentro de esta importante región, pero en cambio es Brasil quien controla sus recursos.

Artículo publicado por el abogado y economista Ricardo Franco Lanceta en el periódico digital paraguayo ABC el 12 de febrero de 2012. El artículo forma parte de una serie publicada por el mismo autor en dicho periódico.

Ubiquemos históricamente este problema, que sigue vigente hasta nuestros días en cuanto afecta el Paraguay. Resumamos para una mejor información:

Las diferencias sobre pretensiones territoriales de España y Portugal, a falta de otros arbitrios, se sometían a la competencia que ambos reinos católicos asignaban a las bulas papales. Así, el 24 de enero de 1506, por bula del papa Julio II se aprobaba el Tratado de Tordesillas (localidad donde se negoció), en virtud del cual se establecían los límites entre los dominios en América Meridional. Sector Río de la Plata, de los reinos de Portugal y España, abiertamente beneficioso para Portugal, que igualmente no respetó esa línea y siguió avasallando territorios españoles. Y, para frenar estas invasiones de los bandeirantes (piratas de tierras) y ponerle un límite, a iniciativa de España, se firma con Portugal el Tratado de San Ildefonso, año 1777, que establece nuevos límites en territorios que eran de legítimo interés, por posición y por derecho, para la ex provincia española del Paraguay. Antes, en el año 1713, por el Tratado de Utrech, España es obligada a entregar a Portugal la Colonia de Sacramento, importante territorio en el Río de la Plata y centro de impunidad para el contrabando holandés e inglés, unidos a la Casa de los Braganzas de Portugal, una constante en la alianza de Portugal con el imperio inglés. De cualquier manera, en ningún momento se tocaron los derechos del Paraguay sobre los Saltos del Guairá, principal accidente geográfico del sector. Sigue leyendo

La primera América

«En esos primeros tres siglos, cuando la América anglosajona apenas nacía, en Hispanoamérica ya habían echado raíces y dado frutos las más antiguas tradiciones del pensamiento occidental, y el original entorno físico, humano y cultural se había transformado en un medio híbrido extraordinariamente rico y creativo, donde la coexistencia de las poblaciones indígenas con las llegadas de fuera fraguó una cultura y más tarde un proyecto histórico propios»

orbe indianoArtículo del historiador Enrique Florescano a propósito del libro «The First America» (La primera América), del historiador David Brading, publicado en español bajo el título «Orbe Indiano. De la monarquía católica a la república criolla, 1492-1867» (Fondo de Cultura Económica, México, 1991). Tomado del sitio web mexicano Nexos en Línea (1 de junio de 1992).

El Orbe Indiano de David A. Brading continúa una manera de analizar la interpretación de los acontecimientos históricos que tiene tradición y prestigio en México. El mismo Brading señala que su interés por las peculiares formas de expresión del patriotismo criollo fue despertado por la obra clásica de Francisco de la Maza acerca del guadalupanismo, y por los análisis de Edmundo O’Gorman, Luis Villoro y John Leddy Phelan, que iluminaron la manera como los hechos históricos se reflejaron en el pensamiento y la obra de los cronistas americanos. En el Orbe Indiano esta tradición alcanza la altura y la solidez de una obra monumental.

El Orbe Indiano no es un estudio sobre los acontecimientos históricos ocurridos entre 1492 y 1867. Es un libro que persigue, en la obra de cronistas, historiadores e intérpretes de esos acontecimientos, el significado que sus autores le atribuyeron a los hechos históricos. Es un estudio de los significados que los contemporáneos descubrieron en los acontecimientos al contemplarlos a través de sus propias concepciones del desarrollo histórico. A este género de análisis se le llamó antes historia de las ideas, y hoy corre con mayor éxito de crítica y de público con el más amplio rubro de historial de las mentalidades.

David A. Brading tiene detrás una tradición historiográfica propia, y prefirió situar su ambicioso estudio en la perspectiva que guió a su compatriota G. M. Young para examinar la Inglaterra de la época victoriana(1). Young arguyó que «el tema verdaderamente central de la historia no es lo que ocurrió, sino lo que la gente sintió acerca de ello cuando estaba ocurriendo». Sigue leyendo

Los indígenas, en contra de la independencia

Heraclio Bonilla, historiador, antropólogo y docente universitario:

«¿A quiénes benefició la independencia? La respuesta es «depende» (…) Por ejemplo, para la población indígena y para la población negra sin duda fue un día de duelo. La población indígena perdió, efectivamente, muchos mecanismos de protección que tuvo durante los tres largos siglos de la dominación colonial y no me parece una casualidad que Agustín Agualongo y los campesinos indios de Pasto se levantaran justamente en contra del ejército «patriota» (…) la población afrodescendiente del Patía, por ejemplo (…), de Santa Marta… para mencionar solamente las regiones más importantes de Colombia, también, al igual que la población nativa, estuvo en contra de la separación»

La disgregación del Reino de Indias [prólogo]

«América Española, hasta los inicios de “la Revolución” fue y formó toda ella una entidad política única; un solo estado unido al de España por la corona, pero perfectamente diferenciable y diferenciado por la diversidad de instituciones y regímenes de organización (…) lo importante de esa formación inicial, que duró trescientos años, fue que el Reyno de Indias fue una unidad. Unidad nacida en la isla de Santo Domingo, como núcleo fundacional, del cual surgieron otros muchos núcleos»

El Reino de Indias (Hispanoamérica) hacia finales del siglo XVIII. La que estaba destinada a ser una de las más extensas y poderosas naciones del mundo acabó fragmentándose en multitud de repúblicas.

El Reino de Indias (Hispanoamérica) hacia finales del siglo XVIII. La que estaba destinada a ser una de las más extensas y poderosas naciones del mundo acabó fragmentándose en multitud de repúblicas.

El siguiente texto constituye el prólogo a «La disgregación del Reyno de Indias», obra del político, historiador y escritor uruguayo Felipe Ferreiro (1892-1963). El libro fue editado en Montevideo por Barreiro y Ramos en 1981, y consta de una recopilación de artículos llevada a cabo por el hijo del autor, el Profesor Hernán L. Ferreiro, que es así mismo autor de este prólogo.

Hay hechos del pasado que permanecen vivos en nuestra mente; vivencias tan claras que nos obligan a actuar. En nuestro caso, el deseo de Felipe Ferreiro de dar a la imprenta el fruto de sus investigaciones.

Han pasado muchos años desde su muerte. Durante ellos hemos buscado, ordenado, compilado, mil trabajos dispersos en diversas publicaciones. Muchas veces hablando del tema, con quienes le conocieron llegamos a la conclusión de que sólo la publicación de sus trabajos de décadas, haría que las nuevas generaciones de estudiosos de la historia le valoraran en sus justos términos a través de una lectura directa y no de citas incompletas y muchas veces confusas, accesibles sólo para exquisitos.

El espaldarazo, nos lo dio Vicente Sierra, el más auténtico de los grandes maestros vivientes de la historia americana. Partícipe de nuestras inquietudes, nos aconsejó y apoyó.

En carta de 18 de agosto de 1980 nos expresa: “América no podía olvidar a su padre, el doctor Felipe Ferreiro, una de las personalidades más preclaras en el estudio de los factores más trascendentales de la historia de los pueblos de Hispanoamérica, generalmente desconocidos por la influencia nefasta de una historiografía oficializada por razones políticas, extrañas a la esencia misma de su destino histórico. La tarea que Ud. se ha impuesto, impulsado por su amor filial es, además de acto de justicia, vindicación necesaria para que nuestra América comprenda la urgencia de recuperar la vía de su destino, que nuestros pueblos no recuperarán sin fortalecer su conciencia histórica por el camino de los valores permanentes de su pasado, desvirtuado por interpretaciones negativas”.-

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La verdad histórica, por el solo hecho de ser eso, verdad histórica, debe merecer consideración y respeto: no ha de ocultarse ni tampoco desvirtuarse “pese a quien pese”. Sigue leyendo

Por una historia patria para adultos

«Los mexicanos y los hispanoamericanos tenemos que revivir y reconciliarnos con nuestra raíz hispánica negada porque en esa raíz, como lo prueba la España actual y lo demuestra hasta el cansancio el libro de Fuentes, hay la riqueza y la diversidad que necesitamos para vivir en nuestro tiempo»

el espejo enterradoArtículo del periodista, novelista e historiador Héctor Aguilar Camín, en el que se comenta el libro de Carlos Fuentes «El espejo enterrado», publicado por Fondo de Cultura Económica en 1992. El artículo se publicó el 1 de abril de 1993 en el sitio web mexicano Nexos, revista de debate cultural y político.

Hay muchas cosas que celebrar en este libro de Carlos Fuentes.

La primera de ellas, su poderío verbal, la fiesta del lenguaje cosida aquí a la fiesta de la erudición y del oficio de escritor. En sus años sesenta, la energía verbal de Fuentes está tan viva y desafiante como en sus primeros libros.

La fuerza del lenguaje y la apasionada vitalidad del autor son en sí mismos una prueba de la pertinencia de la tesis central de El espejo enterrado: la fuerza única de la raíz cultural hispánica, su riqueza multirracial y pluricultural, fruto de un largo contacto de razas y culturas que no ha cesado de mostrarnos su flexibilidad mayor: la de saber mezclarse con Otros, y llevar en sí la huella de todo lo que la ha nutrido. Sigue leyendo

El espíritu de Cádiz

«No podemos ser Hispanoamericanos si no reconocemos los enormes puentes que nos comunican entre nosotros como hispanos así como los retos que se nos presentan con la península, continentalmente. De la misma forma, el destino de España frente a la América Hispana no podrá depender de la dinámica interna de las cumbres sino de una política en la que defienda el crecimiento de la región con base en la independencia política de Hispanoamérica frente a los Estados Unidos»

Diputados jurando la Constitucion de Cádiz, monumento a la Constitución

Diputados jurando la Constitucion de 1812, monumento a la Constitución en Cádiz, obra del arquitecto Modesto López Otero y del escultor Aniceto Marinas.

Artículo del politólogo Rafael Morales Ramírez publicado en el sitio web de la revista crítica El Catoblepas (nodulo.org), en marzo de 2009.

El proceso que abre el bienio 1808-1810, con el que se alcanza la independencia de los países americanos de España, sigue interpretándose el día de hoy como un hecho nacional y americano. Así, las repúblicas hispanoamericanas se preparan para realizar grandes celebraciones tratando de ensalzar aquello que les es más propio, sus héroes, himnos y todo tipo de referentes patrioteros, las pertenencias que dan forma al carácter nacional de cada país. Se organizan grandes comisiones, congresos, cátedras y publicaciones para revisar los hechos de aquellos años; se develan monumentos y arrancan todo tipo de obras públicas con la finalidad de rememorar las hazañas de nuestros ancestros. Los jefes de Estado se apresuran a organizar los festejos para dar una imagen de renovación social o, incluso, para relanzar sus gobiernos. Las celebraciones alcanzan casi para todo. No obstante los aprestos por el Bicentenario de las Independencias no han suscitado un debate en torno al futuro histórico de Hispanoamérica.

En efecto, este hecho da cuenta del surgimiento de la Nación política, que se alcanza por holización, es decir, por la transformación de la sociedad política del Antiguo Régimen a una Nación política compuesta de individuos iguales entre sí.{1} No obstante, el proceso independentista que surge del bienio 1808-1810 no sólo forma el mito fundacional de cada uno de los Estados nacionales de la región pues implica, sobre todo, la inserción de los pueblos americanos en una plataforma continental histórica, vale decir, universal: Iberoamérica. De ahí que los fastos del bicentenario de la independencia de la América española queden a la deriva, al reducirse a múltiples festejos, siempre que no se reflexione sobre nuestra historia política dentro de un bloque continental más amplio, no estrictamente nacional, que coloque a cada país frente a Hispanoamérica Sigue leyendo