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La Patria Hispana (y su involución histórica)

«La historia, además de ser saber de lo acontecido, es prognosis –o conocimiento anticipado– del futuro, y su falsificación el camino que conduce al fracaso y a la destrucción de las naciones. Por eso, los actos de los hombres y los actos de los gobiernos del pasado deben tener una veracidad exacta al ser descriptos. Si ese diagnóstico es equivocado jamás las futuras generaciones americanas podrán transitar una nueva huella. Nueva huella que saque a la Hispanidad, esto es, a las Españas de América, desde México hasta Argentina, y a la España Ibérica, del trágico proceso en que se deshacen y se desagregan hace doscientos años» (Julio C. González: «La involución hispanoamericana. De provincias de las Españas a territorios tributarios. El caso argentino, 1711-2010», pág. 13).

Hace doscientos años, en las primeras décadas del siglo XIX, la Monarquía Católica (Hispánica) se desintegró, dando lugar a una veintena de Estados en el continente americano y a la propia  España actual, que es también producto de aquella fragmentación. Las interpretaciones sobre este complejo proceso histórico son muy encontradas y han variado mucho las causas que se han intentado buscar para explicarlo, por parte de historiadores y otros científicos sociales. Aquí se analiza desde una perspectiva político-económica pero también histórica. Sigue leyendo

Origen y destino de la Patria Grande Hispanoamericana

«la fobia antihispánica de raíces protestantes, liberales y anglófilas y de yapa, proindígena, viene asentando una política de la historia que lastima en lo más íntimo la tradición histórica sobre la que se cimenta la construcción de nuestra nacionalidad. Cancela de un plumazo 500 años de historia, proceso fecundo sin el cual no existiríamos y a través del que se forjó una nueva raza, la nuestra (…) La diversidad verdadera la conseguiremos sólo cuando logremos que las banderas históricas de cada uno de nuestros países convivan en una sola nación. Lo otro es división, separatismo que pulveriza a través de una presunta “plurinacionalidad” la cuestión nacional pendiente para dividirnos y dominarnos»

Mestizo, mestiza, mestiza. Óleo sobre tela de finales del siglo XVII, obra anónima procedente de Cuzco. Colección Museo Nacional de Antropología, Madrid.

Artículo publicado el 12 de octubre de 2016 en la página web de AGEPEBA (Agencia Periodística de Buenos Aires), originalmente con el título «Ni calco ni copia: origen y destino de la Gran Patria Latinoamericana» y su autora es Iciar Recalde, Licenciada en Letras por la ULNP de santa Fe (República Argentina).

Reflexiones acerca del 12 de octubre. Ni leyenda negra, ni leyenda rosa: el impacto del descubrimiento y la conquista marcan nuestra peculiar manera de ser americanos y fijan nuestra actual posición en el mundo. El mestizaje es condición, mérito y posibilidad. Nación de patrias lanzada hacia un futuro superador en el camino por reencontrarnos con nuestro origen y destino que es fe y misión de redención americana.

Por Iciar Recalde / “Quien reniega de la historia hipoteca su futuro.” Juan Perón // “No somos europeos. Tampoco indios. Constituimos un pequeño género humano mixto. Somos suramericanos.” Simón Bolívar// Interrogamos el pasado para obtener la respuesta del futuro, no para volver a él en melancólica contemplación o para restaurar formas perimidas, sino para que nos enseñase cuáles son los métodos con que se defrauda el presente e impedirlo (…) hemos aprendido que el arte de nuestros enemigos consiste en fraccionarnos en puntos de vista pequeños y reducidos, y ya nadie podrá destruir la visión integral que se ha logrado.” Arturo Jauretche

Parece que todos los 12 de octubre hay que volver sobre lo mismo. Evidentemente, la visión integral que creía arraigada Don Arturo Jauretche en el fragmento de discurso del año 1942 que consignamos como epígrafe, es hoy una quimera. El carácter nacional no es innato, es una empresa que sale bien o mal, que se hace, se deshace, se rehace según la acción vital de un pueblo. En tal sentido, vivimos una profunda crisis de identidad que lamentablemente refuerza nuestra situación semicolonial y comienza por negar una y otra vez lo que somos, ese “pequeño género mixto” que en boca del Libertador no era nostalgia virreinal ni “indolatría”, sino lisa y llanamente, la asunción del mestizaje forjado por uno de los acontecimientos más trascedente de la historia de la humanidad: la irrupción de Europa en América y la irrupción de América en Europa.

Amelia Podetti afirma que Colón no descubre el nuevo mundo, sino que descubre por primera vez el mundo en sentido de totalidad sobre el que se asienta la Modernidad, torciendo de una vez y para siempre el rumbo de la historia occidental en su conjunto.

Resulta cuanto menos paradójico que en momentos en que nos proponemos reconstruir la Patria Grande para volver a cabalgar la senda de los libertadores, borrando fronteras que coadyuven a liquidar los colonialismos internos, resurjan con virulencia las voces de los profetas del odio que fomentan a través de instituciones y organizaciones financiadas por el extranjero, el desprecio por nuestras raíces comunes, promoviendo conflictos y divisiones internas y hasta inventando rivalidades hacia el interior de nuestros pueblos.

Sin lugar a dudas, su objetivo viene a prolongar la fragmentación que experimentó la América española cuando su proceso independentista fue detenido por el imperialismo inglés que hizo de las ciudades puerto galeones del desguace de la unidad hispanoamericana a la deriva de una serie de nacionalidades más o menos postizas. Sigue leyendo

Panamá La Vieja, nación e hispanoamericanismo

«La élite político cultural que se encargó de la afanosa tarea de creación de la identidad común de los panameños compartió el hispanoamericanismo como visión de nación»

Artículo del historiador Félix J. Chirú Barrios publicado en el periódico digital La Estrella de Panamá el 15 de agosto de 2015.

Sitio arqueológico de Panamá Viejo, donde se ubicó originariamente la ciudad de Panamá (1519-1671), hasta que la destruyó el pirata inglés Henry Morgan. Panamá fue el primer asentamiento europeo en la costa pacífica de América. Desde el 2003 es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Al fondo se alza la torre de la antigua Catedral.

A medida que se aproxima la conmemoración del V centenario de fundación de Panamá La Vieja, en 2019, se anuncian planes para festejarla

A medida que se aproxima la conmemoración del V centenario de fundación de Panamá La Vieja, en 2019, se anuncian planes (La Estrella de Panamá, 9/8/2015) para festejarla. Hace cien años, el IV centenario de fundación de la ciudad, no pasó inadvertido. Para entonces, una élite político cultural creaba un calendario cívico que seleccionó el pasado que los panameños debían recordar como parte de su identidad nacional. En 1919, tras limpiarse el monte que cubría el interior de las ruinas de la vetusta ciudad, esta se convirtió en ‘reservorio del alma nacional’. Un ‘lugar de memoria’ de los panameños.

El decreto municipal capitalino N° 35 declaró día de fiesta al 15 de agosto de 1919. Un programa conmemorativo recordó al público la trayectoria histórica de la primera ciudad de Panamá. Un desfile de carros alegóricos representó su fundación y destrucción tras el ataque pirata, asimismo, una alegoría evocó a Panamá La Moderna. Al público se obsequió La Leyenda del Pacífico, del poeta Ricardo Miró y el folleto Panamá La Vieja, de Juan B. Sosa. Sobre este escrito La Estrella de Panamá (16/8/1919) publicó el comentario siguiente: ‘Es de tanta importancia esta obrita que no solo es meritoria por su valor intrínseco, sino por la demostración que hace del acendrado patriotismo de su autor al rendirle homenaje a la patria con la narración de su historia’.

La conmemoración del IV centenario de Fundación de la primera ciudad de Panamá, en 1919, constituyó una fecha clave del pasado. El relato ubicó el nacimiento de Panamá en la conquista. La élite político cultural que se encargó de la afanosa tarea de creación de la identidad común de los panameños compartió el hispanoamericanismo como visión de nación. Sigue leyendo

La política británica sobre Hispanoamérica, ayer y hoy

«Los ingleses (…) elaboran una estrategia de subordinación ideológica-cultural de Hispanoamérica (…) la prédica de un nacionalismo de campanario (…), argentino (…) chileno (…) peruano (…) enfrentados unos con otros (…) para romper la idea de la constitución de un gran Estado, que no sería otra cosa que el producto natural de la Nación preexistente: la Nación Hispanoamericana»

Programa Nº 60 de la serie «Contracara» en el canal TLV1. Juan Manuel Soaje Pinto entrevista al politólogo, analista y consultor Marcelo Gullo acerca de la geopolítica actual e histórica, sobre Hispanoamérica y el continente americano, en particular el cono sur. La fragmentación territorial, la desindustrialización y la desintegración cultural son el resultado de una política británica aplicada a toda Hispanoamérica desde los tiempos de nuestra «independencia». Es necesario conocer, comprender y reflexionar sobre lo que ha pasado, para intentar revertir la situación actual, y proyectar un futuro próspero y soberano, materia pendiente aún hoy en los pueblos de la Patria Grande.

 

¿Panamá era una nación diferenciada de Colombia en 1903?

«Cada una de las repúblicas hispanoamericanas son fragmentos de una gran nación que no llegó a constituirse por la intervención de ingleses y norteamericanos, y el egoísmo de las oligarquías regionales»

Panamá como parte de Colombia, en un mapa de 1821

Panamá como parte de Colombia, en un mapa de 1821

 El siguiente texto, del profesor, sociólogo y político panameño Olmedo Beluche, es un extracto del artículo titulado «El debate del centenario», publicado en Revista Cultural Lotería (Panamá), N. 461, en julio-agosto de 2005.

“Panamá es una nación diferenciada de Colombia que intentó repetidas veces separarse”. Hay quienes pretenden que Panamá es una nación desde hace 500 años (En los quinientos años de la Nación panameña de Fermín Azcárate, Ricardo Ríos también). Este absurdo sólo es posible si se ignora qué es una nación y no se le diferencia del concepto de estado.
 
Como señalamos en un libro nuestro (Estado, nación y clases sociales en Panamá), desde el siglo XIX Humbolt y Schiller establecen la diferencia entre nación-cultura y nación-estado. El problema es que se usan ambas acepciones sin distingo. Por ejemplo, existen en el mundo: naciones-cultura sin estado (como los kurdos), naciones-estado que incluyen dentro de sí varias naciones-cultura, aunque suele predominar una (como la ex URSS y la Federación Rusa hoy) y en pocos casos existen estados-nación uninacionales (como Irlanda). En el caso de hispanoamérica o de los árabes tenemos una nación-cultura escindida en muchos estados-nacionales por circunstancias históricas muy concretas. 
 
El historiador F. Aparicio tiene este problema pues, además de deformar nuestro planteamiento, termina señalando que Nueva Granada o Colombia fracasó como nación porque fracasaron sus regímenes políticos, el liberal radical (1863-85) y el de la Regeneración (1885-1903).
 
Si entendemos por nación una comunidad cultural que se identifica con un pasado común, la lengua, la religión, etc., hasta el siglo XIX fuimos parte de la nación hispana, y hasta el siglo XX hicimos parte de la nación colombiana, que sería una fracción de la nación cultural hispanoamericana. En este sentido, constituían y aún es así, naciones diferentes las culturas indígenas no asimiladas por la cultura española. La ruptura definitiva de Hispanoamérica no quedó completamente planteada hasta que el liberalismo español se negó, en las Cortes de Cádiz, a una reforma política que diera plena igualdad a los nacidos allende el mar. Cada una de las repúblicas hispanoamericanas son fragmentos de una gran nación que no llegó a constituirse por la intervención de ingleses y norteamericanos, y el egoísmo de las oligarquías regionales.

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La comunidad hispánica según Julio Ycaza Tigerino

«para salvar la civilización occidental se necesita una fuerza regeneradora que se halla en la Hispanidad (…) encontramos en Tigerino un proyecto político de unidad hispanoamericana, una Comunidad Hispánica de naciones unidas por la lengua y por el catolicismo»

El escritor y político nicaragüense Julio Ycaza Tigerino (Estelí, 1919 - Managua, 2001)

El escritor y político nicaragüense Julio Ycaza Tigerino (1919 – 2001)

El siguiente texto es un fragmento del artículo originalmente titulado «La Comunidad Hispánica según Julio Ycaza Tigerino. A propósito del libro de Julio Ycaza Tigerino «La cultura hispánica y la crisis de Occidente» (1980)», del profesor de filosofía Felipe Giménez Pérez. Publicado en la revista de filosofía El Catoblepas (número 8, octubre de 2002, pág. 22). Tomado del sitio web nodulo.org

La primera tesis del libro es la que parte del hecho tan manido sobre todo por Oswald Spengler de la decadencia de Occidente. El Occidente, impío, laico, secularizado, dominado por la razón instrumental y el desencantamiento del mundo, ha llegado por eso, al nihilismo. El individualismo liberal, protestante, irracionalista ha acabado por mostrar y desplegar completamente sus potencialidades destructoras y nihilistas y ha mostrado por eso a la postre su fracaso histórico. El capitalismo liberal, calvinista, protestante, ha jugado ya precisamente sus cartas, su baza y ello con las consecuencias desastrosas que están a la vista de todos y ahora es el turno de los países católicos hispánicos, el analogado principal del catolicismo. Es el turno de la Hispanidad. «El imperio Español, observa Gaos, es el antagonista de la Modernidad, y por eso los países de lengua española no comparten la crisis actual de Occidente como protagonistas de la Modernidad.»{1}

Así lo interesante para Tigerino es lo antimoderno de los pueblos hispánicos debido a su religión católica contrarreformista y antiprotestante. El Imperio Español, al incorporar a los pueblos bárbaros precolombinos a su propia esfera, al integrarlos produce, como observa Ortega y Gasset, «el hombre americano desde luego, deja de ser sin más el hombre español, y es desde los primeros años un modo nuevo del español. Los conquistadores mismos son ya los primeros americanos».{2}

La segunda tesis del libro de Tigerino afirma que ha llegado el momento histórico oportuno, el turno de la comunidad hispánica de naciones pues «es evidente que todas estas demandas y exigencias de la Historia actual sólo pueden ser satisfechas por la afirmación y proyección de los valores ínsitos del cristianismo original que dio alma y vida a la Cultura Occidental»,{3} «pero para que estos valores tengan fuerza fecundadora deben estar presentes y vivientes, de alguna forma, en una porción concreta de la Cristiandad histórica.»{4} Sólo los restos del Imperio Español reúnen estas propiedades: Sigue leyendo

Encuentro Patria Grande: ¿Por qué en Berlín?

¿POR QUÉ EN BERLÍN?

En torno al anuncio del Primer Encuentro Patria Grande en Berlín

Por Raúl Linares Ocampo

NOTA: Las afirmaciones y opiniones contenidas en el presente artículo corresponden exclusivamente a su autor y no expresan necesariamente un posicionamiento del sitio web Hispanoamérica Unida.

La publicación en hispanoamericaunida del anuncio del Primer Encuentro Patria Grande en Berlín ha dado ocasión a los más diversos comentarios sobre el hecho que se realice en Berlín.

Permítaseme hablar frecuentemente en primera persona, el Pluralis Modestiae o Pluralis Auctoris no serían aquí adecuados, como el lector podrá comprobar. Una cosa es contemplar desde la tribuna; y una muy diferente, bajar a la arena, salir a la calle y predicar su fe. Hasta dónde puede llevar esto, lo demuestran la vida y el fin de Manuel Ugarte.

Llevo luchando por la Reunificación un tiempo que mejor contaría por décadas que por años; he oído de todo, desde los juicios más sensatos hasta los más absurdos, injustos y ofensivos. Estoy curtido. Esto explica que no me ocupe de las opiniones expresadas sobre el hecho que el Encuentro se realice en Berlín, y que considere solamente la actitud razonable, que antes de opinar, pregunta: ¿por qué en Berlín?

Para exponer – no digo ni siquiera explicar – por qué se realiza en Berlín, precisa tomar en cuenta una serie de hechos necesarios para dar coherencia a la exposición y que sin duda interesarán al lector.

Hace algunos meses recibí un artículo publicado por un conocido periodista en uno de nuestros países. Informaba sobre un encuentro de más de cuarenta intelectuales latinoamericanos, quienes, entre sus numerosas Resoluciones acordaron apoyar CELAC, UNASUR, ALBA, Mercosur. Era evidentemente una Resolución en favor de la Integración Latinoamericana.

Cuando leo noticias de esta índole, que en el presente son cada vez más frecuentes, pienso: “¿cuánto habrá costado este encuentro? Si nosotros en Arequipa (Perú) tuviéramos ese dinero, el Colegio de la Reunificación ya estaría funcionando, y de una vez con todos los grados. Y no tendríamos que ir al río a traer piedras para levantar el cerco, ni recolectar madera usada para construir las aulas”.

Narro todo esto para que el lector pueda sacar las insoslayables conclusiones:

Detrás de nuestra iniciativa no se encuentra entidad alguna. En especial no hay aquí un “imperialismo germano” que esté “empujando el carro”. Esto se aclara de entrada en el Anuncio que constata que el Instituto Bolívar no es una entidad ni oficial ni oficiosa, de modo que cada participante tiene que correr con sus gastos. Esto no es en todo sentido una desventaja. Tiene la relativa ventaja de que quien hace un esfuerzo por participar está realmente interesado. Y aquí precisa aclarar en qué puede estar interesado el concurrente. Es decir, precisa aclarar ¿qué es el Instituto Bolívar y cuál es el contenido de su prédica? Sigue leyendo

Primer Encuentro Patria Grande

Berlín (Alemania), 24-26 de julio del 2015

Patria Grande en el mundo

NOTA: Queremos aclarar que esta iniciativa parte del Instituto Bolívar y de su fundador D. Raúl Linares Ocampo, y es independiente y distinta de Hispanoamérica Unida como tal. Le damos difusión en nuestra web porque apoyamos toda iniciativa que fomente la unidad hispanoamericana.

INICIACIÓN DE LA MARCHA DE GENERACIONES

A doscientos años de la Carta de Jamaica (1815) en que Bolívar vislumbra la Reunificación de Hispanoamérica, iniciaremos la Marcha de Generaciones hacia la Reunificación el

26 de julio del 2015 en Berlín

PROGRAMA

 Viernes 24 de julio. Conferencia:

La Nueva Visión. Redescubrimiento, Reunificación y Reorientación de Hispanoamérica.

Bajo esta divisa se expondrán las contribuciones que se hayan anunciado a http://www.hispanoamericaunida.com hasta el 30 de junio del año en curso. La introducción estará a cargo del compatriota Raúl Linares Ocampo.

Sábado 25 de julio

Se continuará con la exposición de las contribuciones. Se expondrá una propuesta relativa a la organización en plano continental a través de los Comités Patria Grande. Un esbozo histórico presentará las ideas pioneras de la Sociedad Unión Americana (Santiago) del siglo XIX y la propuesta de Manuel Ugarte en el siglo XX.

Domingo 26 de julio

Iniciación de la Marcha de Generaciones ante los monumentos a Bolívar y San Martín de la Biblioteca Iberoamericana de Berlín. En adelante el 26 de julio será el Día de la Reunificación o Día de la Patria Grande

Estos datos se irán precisando y actualizando según el avance de los preparativos.

Organizador: Instituto Bolívar del Perú.

Dado que el Instituto Bolívar no es una institución oficial ni oficiosa, no está en capacidad de financiar gastos de viaje, alojamiento, etc., los participantes deberán cubrir sus gastos. Quizás se pueda conseguir alojamiento a precio favorable. A tal fin se recomienda una pronta inscripción.

Para que la naturaleza, el contenido y la intención del Encuentro queden claros, así como para que quienes deseen presentar una contribución sepan exactamente de qué se trata, adjuntamos la siguiente

 

FUNDAMENTACIÓN HISTÓRICA Sigue leyendo

Un palacio para Hispanoamérica

«Por la calidad de sus servicios, el CHAC (Centro Hispano-Americano de Cultura) continúa siendo un sitio de referencia en las artes, la literatura y, en general, de la cultura hispanoamericana»

Artículo publicado por el político Jorge Rivas en el sitio cubano Trabajadores.cu (3 de agosto de 2014)

El inmueble de estilo ecléctico que hoy ocupa el Centro Hispano-Americano de Cultura

El inmueble de estilo ecléctico que hoy ocupa el Centro Hispano-Americano de Cultura en La Habana, con sus características cariátides de su fachada.

En los primeros metros del concurrido Malecón Habanero, se levanta el Palacio de las Cariátides —Malecón No. 17, entre Prado y Capdevila— donde desde hace 10 años radica el Centro Hispano- Americano de Cultura (CHAC), adscrito a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHC) y especialmente dedicado a exaltar los valores de la cultura cubana, formada de la heredad de otras muchas, como la ibérica y la africana. El CHAC está dirigido por el respetado escritor, poeta, ensayista y profesor universitario Ernesto Sierra Delgado (Güines, 1968), Máster en Investigación en Letras y Humanidades (Universidad de Castilla-La Mancha, en la cual cursa su doctorado). Afable, culto y alegre, el aún joven directivo promueve allí un sano ambiente encaminado a ganar el interés de los visitantes, quienes en el majestuoso edificio admirado por sus columnas exteriores con rostros femeninos (en lugar de capiteles), disfrutan de disímiles programas inspirados en los de la memorable Institución Hispano Cubana de Cultura, fundada en 1926 por el polígrafo don Fernando Ortiz, quien aglutinó a lo más relevante de la intelectualidad progresista de su tiempo Sigue leyendo

Hispanoamérica: 1825

«Una de las consecuencias más importantes de la independencia de España fue la pérdida de la unidad política. La América Española da paso al mosaico hispanoamericano»

Artículo de Jesús Alberto Navas Sierra para la Enciclopedia Britannica publicado el 1 de noviembre de 2007 en el sitio web «La historia con mapas».

En 1825,

En 1825, Hispanoamérica era todavía muy superior a Estados Unidos tanto en población y territorio como en poderío militar, pero su fragmentación política la dejó a merced del imperialismo anglo-norteamericano, hasta el día de hoy [pulse en la imagen para ampliar]

1825 fue un año emblemático en la historia de la naciente Hispanoamérica. Tanto interna como externamente, todo parecía presagiar, no sólo la consolidación del proceso emancipador del Continente, sino el nacimiento de un nuevo y sólido epicentro político, con todas las consecuencias que esto último llegó a significar respecto a la geoestrategia del momento, tan afectada por el inevitable y definitivo ocaso de los centenarios imperios coloniales europeos en América. A las alturas del primer cuarto del siglo XIX, y consecuentemente con la ya manifiesta hegemonía asumida por los EEUU, con el reconocimiento de los nuevos gobiernos americanos y la Declaración Doctrina Monroe (marzo de 1822 y diciembre de 1823), el mundo parecía definitivamente dividido en dos esferas de poder político y económico: América, el Nuevo Mundo, revolucionario, liberal y republicano; y Europa, el Viejo Mundo, legitimista, autoritario y monárquico. Respecto al subcontinente hispanoamericano, 1825 impuso una doble perspectiva: una, que miraba al conjunto de los nuevos países iberoamericanos; y otra, que singularizara el inmediato pasado y presente de cada uno de ellos.

Situación exterior

En 1825, la nueva realidad hemisférica hispanoamericana comprometió de manera insoslayable la atención y confrontación de las principales potencias europeas, Inglaterra, y Francia, especialmente empeñadas en asegurarse, rivalizando con los jóvenes Estados Unidos de América, el predominio político y comercial del vasto mercado sudamericano, hasta hacía apenas 15 años atrás dominio soberano español. Un intento de cuantificar la masa crítica -territorio y población del continente americano-, según las cifras más fiables manejadas entonces, permite imaginar la ponderación de los nuevos Estados hispanoamericanos dentro del conjunto americano en dichas fechas Sigue leyendo