Archivo por meses: agosto 2014

El pensamiento americanista de Mariano Picón Salas

Retrato

Retrato de juventud de Mariano Picón Salas (Caracas, 1919). En Rafael Pineda, Iconografía de Mariano Picón Salas, Biblioteca Ayacucho, p. 57

«nuestra inquieta juventud de América volverá a encontrarse para realizar un plan grandioso. Veremos entonces que lo que nos une es mucho mayor que lo que nos separa; que el aislamiento es lo que nos entrega a la voracidad extranjera, y lo que debilita en esta América que habla español, el sentimiento nacional (…) Todos nuestros pueblos (…) viven las mismas inquietudes espirituales, reaccionan ante los mismos estímulos (…) Hace falta (…) no perder esa ecuménica posibilidad hispanoamericana (…) Los pueblos de la misma tradición y del mismo origen, quieren agruparse. Ven venir peligros comunes, y como ovejas perdidas en los despeñaderos al atardecer, retornan al valle a apretar el rebaño» (Mariano Picón Salas)

Artículo del ensayista, crítico y profesor universitario Domingo Miliani publicado en el sitio web Anales de la Universidad de Chile (No. 15, 2003).

Mariano Picón Salas –1901-1965–, llegó a Valparaíso en 1923 y residió en Santiago desde 1925 hasta 1936. Ricardo Latcham prologó en 1958 una edición de Ensayos Escogidos, publicada por Editorial Zig-Zag, 1958. El crítico chileno emitía entonces el siguiente juicio:

“Nadie ha olvidado en Chile a Mariano Picón Salas, que después de Bello ha sido el venezolano más incorporado a nuestra realidad. Aparte sus valiosos libros, maduros ensayos y breves pero fructuosas exégesis históricas, habría que situar su labor personal de indiscutido líder intelectual. Picón Salas obraba por presencia, con socrática vocación, sin ningún residuo pedagógico, con señorío y elegancia de ademanes y actitudes. Esto último era algo natural en su persona, tan definida intelectualmente y tan ajena a cualquier diletantismo (Latcham, 1958: XI)”.

En Valparaíso leyó mucho en las horas de insomnio transcurridas como empleado de una tienda de minuta. Comenzó a escribir para La Estrella de Valparaíso. Publicó un comentario sobre la novela Vida de un pobre diablo, de Eduardo Barrios. El novelista lo invitó a visitarlo en su casa de Santiago. Ese fue el comienzo literario del joven recién llegado. Tenía 23 años Sigue leyendo

El español, idioma común de Hispanoamérica

«No es el pasado lo que debería ocupar tanto desvelo. Es el futuro. El idioma español en el mundo, en Internet, en su relación con el inglés (…) Lengua y cultura enriquecida por su mixtura con las culturas indígenas y africanas (…) Lengua y cultura ya no sólo española. Hispanoamericana. Sin mayores problemas»

Extensión de la lengua española en América

Extensión de la lengua española en América

Fragmento del artículo originalmente titulado «Las vueltas y revueltas del castellano», de Augusto Zamora R., profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. Publicado en el diario español El Mundo el 31 de mayo de 2001.

Nada expresa mejor la comunión hispanoamericana con el idioma español que la actitud de los emigrantes en Estados Unidos. La riada de desheredados que a diario cruza la frontera desde México está protagonizando una revolución tan silenciosa como irreversible. Tras décadas de tiranías militares y como efecto colateral del expolio dirigido por el FMI, so pretexto de sanear las economías, millones de latinoamericanos han emigrado al imperio.

Contrariamente a lo ocurrido con otros grupos nacionales, que se diluyeron en el crisol norteamericano, la emigración latinoamericana llegaba con su lengua y su cultura. A pesar de las humillaciones y maltratos, defiende su ethos y ha asumido el calificativo de hispano o latino como identificación. No por descender de españoles, pues la inmensa mayoría son mestizos, mulatos e indios, sino por sentirse parte de una cultura tejida en torno al idioma español, que ama y defiende con pasión desprovista de odios o sectarismos Sigue leyendo

Expresión literaria de la nación hispanoamericana

«La unidad es un sueño, por supuesto, pero también es una convicción, una tendencia. Sin unidad no habrá nación. Sin nación no se sedimenta la civilización (…) Las palabras con las que se escribía la literatura contenían los elementos del proceso de unificación (…) sirven de expresión literaria de la nación en Hispanoamérica»

imagen mapa literatura hispanaEl siguiente texto es un fragmento del ensayo originalmente titulado «La expresión literaria de la nación hispanoamericana», de Luis Ricardo Dávila, Profesor Titular, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Universidad de Los Andes (Mérida, Venezuela). Tomado de la revista Estudios, Nº 20/21, Caracas, agosto 2002-junio 2003, pp. 233-249.

NOTA: Las expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

FUNDACIÓN

Siglo XIX hispanoamericano. Siglo denso, pesado, pleno de horizontes y de desafíos. Momento de construcción de permanencias, de definición de supuestos unificadores. La palabra supuestamente independiente se traslada y se regocija a lo largo y ancho de la región. Ella delimita, cohesiona, por veces espanta. Las palabras –en plural– van presagiando la unidad. El principio de unidad permanece, parece fijo, constante; sin embargo, se descompone para construir eso que uno llama “objeto intelectual”. Y poder ensayar trabajos como éste. La unidad es un sueño, por supuesto, pero también es una convicción, una tendencia. Sin unidad no habrá nación. Sin nación no se sedimenta la civilización. Desde aquel entonces en los rostros de las diferentes antiguas colonias hispánicas se puede leer la formación de lo nuevo, la emergencia de eso que puede llamarse “actualidad”. Acaso las naciones hispanoamericanas no necesitaron de la imprenta o del desarrollo del capitalismo para imaginarse como unidad (1). En casi toda la América española la imprenta llega en un momento estelar: cuando están dadas las condiciones para romper el nexo colonial. Ni un día antes, ni un día después, Es más, la imprenta es traída por los llamados “Precursores”, quienes ya presagiaban la raíz y el rostro de los independentistas, ergo de la libertad, de la cohesión y unidad. De manera que cuando llega la imprenta, los hispanoamericanos ya nos habíamos imaginado como una unidad precaria y contingente, pero unidad al fin Sigue leyendo