«América, a raíz de la conquista europea, se ha dividido básicamente en tres naciones: Angloamérica, que a su vez se subdividió en Canadá y en Estados Unidos; Lusoamérica, que hoy lleva por nombre Brasil; e Hispanoamérica, que fue subdividida en una veintena de repúblicas. Por antecedentes históricos, unidad religiosa, y una tradición en común, Argentina forma parte de la nación hispanoamericana»

El virreinato del Río de la Plata, dentro de los límites de la América hispana, a finales del siglo XVIII. Obsérvese como Hispanoamérica (en color rosado) era entonces mucho más extensa que Brasil.
Artículo de Ernesto Damián Sánchez Ance, publicado en el sitio web argentino Pueblo Originario.
América, a raíz de la conquista europea, se ha dividido básicamente en tres naciones: Angloamérica, que a su vez se subdividió en Canadá y en Estados Unidos; Lusoamérica, que hoy lleva por nombre Brasil; e Hispanoamérica, que fue subdividida en una veintena de repúblicas.
Por antecedentes históricos, unidad religiosa, y una tradición en común, Argentina forma parte de la nación hispanoamericana. La historia así lo ratifica en hechos como que el Presidente de nuestra Primera Junta de gobierno, Cornelio Saavedra, era potosino; el fundador del Federalismo Argentino, José Artigas, era oriental; en el Congreso de Tucumán, estaban representadas las provincias de Charcas, Chichas y Mizque (las tres en el actual territorio boliviano); Argentina es Hispanoamérica porque cuando Belgrano peleó en el norte de Potosí no estaba haciéndolo en otro país, ya que esa geografía formaba parte de las Provincias Unidas en Sudamérica; porque José de San Martín, es uno de los máximos héroes del Perú; porque cuando nos independizamos en 1816, el mapa de nuestro país era completamente distinto del actual, ya que incluía territorios de las actuales Bolivia, Paraguay y Uruguay; porque entre 1826 y 1830, compartimos la misma bandera celeste blanca y celeste con Uruguay; porque la bandera de Entre Ríos es la bandera de Artigas, símbolo de la República Oriental del Uruguay. Lamentablemente, a pesar de esos sólidos y fuertes lazos históricos, esa unidad política, basada en los distintos virreynatos, como el del Río de la Plata, no se ha sabido conservar, lo que generó la construcción de estados nacionales débiles y dominados por el capital extranjero, que muchas veces los hizo enfrentar en guerras fratricidas Sigue leyendo