«Las llamadas independencias (…) fueron un movimiento oligárquico (…) una separación de la Monarquía (…) El destino de los Reinos a uno y al otro lado del atlántico fue distinto, en el caso de la península se produjo su unificación bajo la forma de Estado nacional, en el caso americano, al contrario, se produjo la dispersión de los Estados sucesores (…) a pesar de que la evidencia nos habla de problemas comunes, de progresos comunes, de ideas comunes, de una historia común, en el imaginario americano las llamadas independencias siguen siendo consideradas un hecho fundacional (…) la invención de la nación en los países hispanoamericanos se fundó en la mitificación de las independencias»
Artículo originalmente titulado «La constitución política de Hispanoamérica: Estados, colonias, naciones y padres de la patria», de Manuel José Vial Dumas (Universidad de Gerona), incluido en «América Latina y el Mediterráneo: ideas en contacto» -XIV Congreso de la FIEALC, Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, 14-16 de octubre de 2009, publicado por Ediciones del Orto – Ediciones Clásicas, S.A. (Madrid, 2011).
La constitución política de Hispanoamérica: Estados, colonias, naciones y padres de la patria

Reino de las Indias (Hispanoamérica) en la portada de «Primer(a) Nueva Corónica y Buen Gobierno», del cronista indohispano Felipe Guamán Poma de Ayala.
Hasta hace no mucho tiempo, para los politólogos y juristas, la idea del Estado-nación se alzaba como el modo de organización definitivo de las sociedades humanas, ni se cuestionaba su existencia futura, ni se entendía como una institución histórica (es decir que ha nacido y desaparecerá en ella), sino como un ente abstracto dotado de perennidad. En el mundo contemporáneo esa idea se ha agotado.
Es uno más de los edificios demolidos por la postmodernidad, tales como las ideologías o el progreso indefinido. La idea de Estado-nación se derrumba desde sus propios cimientos. Los estudiosos del fenómeno político de la Unión Europea ya vienen acusándolo desde hace tiempo (Díez-Picazo 1988, Jáuregui 1998, Arnaud 2000, Offe 2000, Mercado 2005, Cantaro 2006, entre muchos otros) y, aunque hoy por hoy la crisis del estado hispanoamericano no es tan manifiesta como la europea, se hace necesario y oportuno ocuparse del problema. Aquí pretendemos sólo dar algunas pistas, bien conocidas entre los historiadores, sobre el origen del estado en Hispanoamérica y la mitología que se ha tejido en su desarrollo, en especial al momento de las llamadas guerras de independencia. Sigue leyendo