Bolívar y América

«No cabe duda alguna de que (…) Bolívar sólo entendía por «América», la de habla española. Era un medio para diferenciarla de la otra, la que no hablaba esa lengua (…) En todo momento, distingue a una América, la que es nuestra, de la que no lo es, basándose, para diferenciarlas, en que no tienen comunidad de origen, ni de lengua, ni de costumbres, así como de que carecen de «identidad de causa, principios e intereses»

El siguiente texto es un fragmento extraído del ensayo titulado «Bolívar: Pensamiento precursor del antiimperialismo», de Francisco Pividal Padrón, que fue Premio Casa de las Américas 1977 en el género ensayo y Premio Extraordinario «Bolívar en nuestra América». Apareció publicado en Ediciones Los Comuneros, 1983.

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Cuando Bolívar hablaba de «la América» refiriéndose a una futura Nación unida, pensaba en todo momento en la América de habla española.

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente siempre como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

El Libertador siempre pensó en la integración política y económica como una conducta enteramente defensiva, en busca de una gran nación —Hispanoamérica— capaz de librarse de los peligros del imperialismo europeo y del naciente imperialismo norteamericano.

Nuestra América

Como mejor podemos comprender los esfuerzos del Libertador para forjar esa Gran Nación que se librase de los peligros del imperialismo es leyendo y estudiando el pensamiento escrito de Bolívar, a través de algunas ejemplificaciones sobre los variados sentidos que diera al vocablo «América», muy especialmente, en estos momentos de grandes inquietudes integracionistas, obstaculizadas por los Estados Unidos.

La conclusión debe quedar sujeta al alcance e interpretación que el Libertador diera a esta palabra cuando hubo de librarse la Convocatoria para la celebración de Congreso Anfictiónico de Panamá.

Mientras Bolívar estuvo deterrado en Jamaica —isla de habla inglesa—, llamó «americanos» a los habitantes del país, reservándose para sí y para sus compatriotas la expresión «americano meridional», denominación esta en la que también incluye a los mexicanos, centroamericanos y antillanos de habla española: cubanos y puertorriqueños.

Debe recordarse que el documento conocido como Carta de Jamaica fue realmente intitulado por el Libertador: «Contestación de un Americano Meridional a un caballero de esta Isla». Para Bolívar hubo, por tanto, dos clases de americanos: los septentrionales (norteamericanos) y los meridionales (suramericanos).

En su proclama: «A los soldados del ejército vencedor en Ayacucho», reitera la distinción: «¡Soldados!: Habéis dado la libertad a la América Meridional y una cuarta parte del mundo es monumento de vuestra gloria».

Bolívar mismo se consideraba «hijo de la América del Sur». Para él, la América Septentrional era la América Inglesa, y la Meridional, comprendía, en general, lo que hoy designamos como: «hispanoamericanos», «iberoamericanos», «indoamericanos», «latinoamericanos» o «indolatinos».

La zona geográfica que cubría esta América bolivariana la enumera el propio Libertador en su célebre Carta de Jamaica. Del Sur hacia el Norte, comienza por las Provincias del Río de la Plata Argentina, Uruguay y Paraguay—, sigue con Chile, el virreinato del Perú —Perú y Bolivia— y después la Nueva Granada —Ecuador y Colombia— para rematar esta porción continental con la «heroica y desdichada Venezuela». De inmediato se eleva a la Nueva España México y Centroamérica— para terminar con las Islas de Cuba y Puerto Rico.

Esta América bolivariana cubre, a juicio del Libertador: «…una escala militar de 2 000 leguas de longitud y 900 de latitud, en su mayor extensión, en que 16 millones de americanos [no incluye la América Inglesa] defienden sus derechos o están oprimidos por la nación española».

Los 16 millones de habitantes de esta América bolivariana, el Libertador los distribuye asi:

Río de la Plata              1 000 000

Chile                                800 000

Perú                              1 500 000

Nueva Granada            2 500 000

Venezuela                     1 000 000

Nueva España              7 800 000

Cuba y Puerto Rico          800 000

La América bolivariana, a comienzos del siglo xix, duplicaba en extensión a los Estados Unidos y los triplicaba en población.

No cabe duda alguna de que, en todos estos supuestos, Bolívar sólo entendía por «América», la de habla española. Era un medio para diferenciarla de la otra, la que no hablaba esa lengua.

1 comentario en “Bolívar y América

  1. ALCE ROJO

    El jícaro traidor, que se vendío al inglés, por reinar solo él, y llevó a la desdicha de lucifer, a la nación española, mientras estaba infectada por el francés, y el mandil del gorro frigio, que aún hoy sufre para liberarse de suy yugos, pues que Libertad ha cogido el pueblo desde Puntarenas a San Agustín, sino solo guerras para ellos y oro para el gobierno, para pagarle a su soberano jefe el Mandil de la city…Ah Bolivar, tus huesos estan pinchados por Pedro Botero por desunir lo que ahora sueñan con remendar los zoquetes que del mandil no se quieren liberar…

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