Archivo por meses: octubre 2013

Geopolítica de Hispanoamérica

«la América de habla española (…) cuenta con las características geográficas que son propias de una superpotencia (…) ¿por qué no es la rectora del mundo, como correspondería a su estratégica ubicación en el mundo y a sus enormes ventajas geográficas, que no tienen rival? (…) para lograrlo, aún nos falta algo que es de vital importancia: un Estado hispanoamericano. Este es el motivo por el que, todavía hoy, la América hispana es una nación invisible a los ojos del mundo y de los propios hispanoamericanos»

Representación invertida del mapa del mundo, con el continente Americano en el centro. El territorio que aparece en color morado corresponde a Hispanoamérica. - See more at: http://ucvsatelital.tv/geopolitica-de-hispanoemerica-nuestro-norte-es-el-sur-el-nuevo-post-del-jurista-y-escritor-espanol-jose-ramon-bravo#sthash.E0X5Dlx7.dpuf

Representación invertida del mapa del mundo, con el continente americano en el centro. El territorio que aparece en color morado corresponde a Hispanoamérica.

Artículo de José Ramón Bravo publicado originalmente con el título «Geopolítica de Hispanoamérica. Nuestro norte es el Sur» en el sitio web UCV Satelital, el 25 de octubre de 2013.

El célebre pintor uruguayo Joaquín Torres García, referente académico de las artes plásticas del siglo XX y divulgador de la corriente constructivista, afirmó una vez: “en realidad, nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte.” Lo cierto es que estamos tan acostumbrados a ver el mapa del mundo según nos lo presenta la cartografía tradicional que cualquier otra representación nos resulta extraña y confusa. Pero, por lo que respecta a nuestra América, estos mapas contienen dos graves distorsiones: a) la proyección utilizada muestra a los países del hemisferio norte con un tamaño muy superior al que en realidad tienen, y tanto más erróneamente grandes cuanto más cerca de los polos; b) Europa aparece en una posición claramente central en el hemisferio norte, como si, desde su privilegiada posición, le correspondiera naturalmente “dominar” el mundo. Este eurocentrismo podía tener una explicación cuando las grandes potencias europeas controlaban las rutas marítimas, pero tal vez no es tan apropiado hoy día, cuando precisamente las dos mayores potencias económico-militares del mundo (Estados Unidos y China) aparecen en posiciones periféricas en dichos mapas. Y para hacernos una idea de la gran distorsión del tamaño real de los países, baste considerar que, en una de las proyecciones cartográficas más frecuentes, la de Mercator, la isla de Groenlandia aparece con un tamaño superior al de América del Sur, cuando en realidad es… ¡ocho veces más pequeña!

En este artículo vamos a hablar de importantes datos geográficos de Hispanoamérica, para intentar dar una idea más precisa de su posición en el mundo y cómo esta deberá determinar su geopolítica en un hipotético futuro como una Nación unida. Vamos a explicar por qué la ubicación concreta de un determinado país en el mundo determina, en gran medida, su importancia. Hablaremos, pues, de geoestrategia hispanoamericana. Para ello hemos elegido una ilustración que muestra el mapa del mundo en posición invertida: el hemisferio sur aparece en la parte superior y el hemisferio norte en la inferior; y el continente americano aparece en posición central.

¿Por qué esta representación cartográfica? Sencillamente porque en ella podemos ver la América de habla española en una posición más central, y así podemos analizar y comprender por qué cuenta con las características geográficas que son propias de una superpotencia. Para ello, consideraremos la hipótesis de que Hispanoamérica ya fuera un solo país unido. Sigue leyendo

El Banco de Inglaterra y la destrucción de América Hispana

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Vista de Lombard Street en un grabado de T. H. Shepherd (1829). Esta era la sede central del sistema monetario de Inglaterra, responsable de la ruina financiera de Hispanoamérica.

«Gran Bretaña destruyó a las Españas de América, manteniéndolas sojuzgadas en el siglo XXI, por medio de un feroz neocolonialismo y dependencia económica y financiera (…)  Este neocolonialismo provoca que el comodumes decir, las ganancias, vayan hacia Londres; por otra parte el periculumlas pérdidas, son para Hispanoamérica: hambre, desocupación, enfermedades letales, analfabetismo e ignorancia, desnutrición»

El siguiente texto es un extracto del libro «La involución hispanoamericana. De provincias de las Españas a territorios tributarios. El caso argentino. 1711-2010» (Capítulo XXVI: La «pérdida» del Imperio Español y el Banco de Inglaterra), obra de Julio C. González, abogado y economista, ex Secretario Técnico de la Presidencia de Perón y ex Profesor de la Universidad de Buenos Aires, y actualmente Profesor Titular de «Estructura Económica Argentina» en la Universidad Lomas de Zamora (Buenos Aires).

El Banco como punta de lanza para continuar la destrucción de los pueblos hispanos

Los intereses económico-financieros de Gran Bretaña utilizaron estas sociedades, masónicas o afines, para disolver y destruir el Imperio español, que era una civilización mundial afirmada sobre cuatro parámetros muy firmes:

1)    Posiciones filosóficas.

2)    Deslinde religioso.

3)    Estructura jurídica.

4)    Conformación-concordancia económica.

España no era ni podrá ser jamás un absolutismo o una hegemonía iconoclasta de libertades elementales para la vida. Porque España posee un sincretismo edificado por San Isidoro de Sevilla (circa 560-636) en el Concilio de Toledo (633), sobre el que se unificó la península ibérica como pueblo español. Tal unificación se desenvolvió, más tarde, sobre la base de la congruencia de tres pensadores colosos de sus axiomas interdependientes: Averroes (1126-1198), islámico, Maimónides (1135-1204), judío sefaradí, ambos de la Córdoba andalusí, y Santo Tomás de Aquino (1225-1274), de Roccasecca, en el Reino de Nápoles, Italia.

Los denominados “próceres”, “patriotas” o “libertadores” tanto por la historia “clásica” cuanto por la “revisionista”, si hubieran sido merecedores de tales denominaciones honoríficas, debieron en primer lugar haber conservado el mundialismo geográfico político de la estructura mundial Imperio español. El Imperio español tenía los siguientes hitos positivos:

  1. Idioma.
  2. Derecho: Nueva y Novísima Recopilación de las Leyes de Indias, que establecen derechos, obligaciones y responsabilidades para todos.
  3. Religión: en las Españas de América era el cristianismo católico, yuxtapuesto, en su aspecto antropológico, con las creencias ancestrales del Dios-Sol y la Madre-Tierra.
  4. Tradiciones culturales: música, poesía, instrumentos musicales, canto, baile.
  5. Arte escultórico: catedrales, pirámides aztecas y mayas en México y Yucatán; Puerta del Sol en Bolivia y ciudades incaicas del Perú: Machu Picchu.
  6. Conocimientos científicos: medicinales, matemáticos y astronómicos.

En vez de mantener esta armonía sobre la cual pudo haberse edificado una gran civilización, los secesionistas llamados libertadores segmentaron, diezmaron y trituraron todo. Sigue leyendo

La hispanidad, palanca de la educación de los jóvenes

«Es una gran pena que los países de la América hispana no hayan sido capaces de confederarse, fruto de todo lo que tienen en común (…) ningún estadista ha sabido -o querido- impulsar una unión mucho más ambiciosa, con instituciones supranacionales operativas, moneda única, etc. (…) ¡Qué América hispana habría podido resultar y qué contrapeso para el coloso USA del norte!»

E

Alumnos de un centro de enseñanza en México.

Artículo de opinión de Germán Loewe, investigador en teoría económica de las decisiones, doctor en economía. Tomado del periódico digital Hechos de Hoy (5 de octubre de 2013).

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente siempre como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

Cada vez que he viajado a países latinoamericanos como México, Colombia, Panamá o Argentina, me ha invadido una sensación de sentirme como en casa y en familia. Y todo eso tras doce horas de vuelo y haber recorrido muchos miles de kilómetros por encima de todo un océano. La explicación obvia de dicha sensación se encuentra en la lengua común -que da circuitos cerebrales comunes-, en el poso cultural, la religión, la mentalidad comunes. Todos estos ingredientes me hacen sentir la pertenencia a una comunidad, la hispanoparlante, que comparto con los ciudadanos de todos los países latinoamericanos, a excepción de Brasil, cuya historia entronca con Portugal.

Porque ese sentimiento compartido es real y tangible, si bien lo es únicamente en los niveles sociales que han tenido acceso a una educación y a una cierta cultura, en las clases políticas, económicas, universitarias e intelectuales. En suma, esa “hispanidad” presupone unos mínimos conocimientos históricos, que son los que decantan la noción de pertenencia a un mismo tronco de cultura y manera de ser. Todo ello sin perjuicio de conocer también las muchas sombras del pasado colonial español. Por esa razón las demás clases sociales, las más ignorantes y marginadas, que también pertenecen sin saberlo a ese tronco común, más bien reniegan de él.

¿Y qué hacemos, pues, con todo esto? ¿De qué nos sirve la riqueza que se deriva de esta comunidad de idioma, de cultura y de raíces, con una multiplicidad de países en un territorio inmenso, desde el Cabo de Hornos hasta los confines de México con los Estados Unidos? Sigue leyendo

Releer a Carlos Rangel

«Del buen salvaje al buen revolucionario intenta interpretar la realidad hispanoamericana a partir de la confusa historia de nuestra formación como cultura (…) Trata de profundizar en los factores que han hecho de la América española lo que es, o mejor dicho, lo que era en 1976″

Artículo del escritor Mariano Nava Contreras publicado el 4 de octubre de 2013 en el diario digital de Caracas «El Universal».

Portada de la célebre obra de Rangel, "Del buen salvaje al buen revolucionario", en una edición de Monte Ávila Editores (Caracas).

Portada de «Del buen salvaje al buen revolucionario», en una edición de Monte Ávila Editores (Caracas).

¿A quién le cabe duda de que los libros posean vida propia? Los libros, como las personas, tienen su propia vida, su historia que varía de acuerdo a las circunstancias. Su devenir está sujeto, como el nuestro, a multitud de factores, al capricho de los agentes más insospechados. Hay libros que, al igual que algunas personas, nacen con buena estrella. Cuentan con todo para ser exitosos, destinados a ser leídos e influir sobre miles de personas, tal vez sobre generaciones enteras. Hay otros cuyo nacimiento no puede ser más vulgar, y sin embargo un golpe de suerte los catapulta a la fama y los convierte en un clásico, en un venerado objeto de culto. Y de repente, su suerte cambia. Toda una historia de azar. En fin, la vida.

Digo esto al pensar cuánto han cambiado las cosas desde que Carlos Rangel escribió Del buen salvaje al buen revolucionario, y también cuántas cosas siguen iguales. Publicado en 1976 de la pluma de uno de los intelectuales venezolanos más brillantes, el ensayo conoció más de dieciséis ediciones en español, y traducciones al inglés, francés, italiano, portugués y alemán. Sigue leyendo

Hispanos, divididos, siempre seremos vencidos

La (…) división entre los hispanos y, peor aún, el racismo y el desprecio entre nosotros mismos, es algo que, obviamente, nos mantendrá en nuestro estado actual (…) no creo en la independencia de las naciones hispanas con respecto a otras… creo en una sola nación… una sola Hispanoamérica fuerte, sin fronteras, sin divisiones, sin prejuicios»

hispanoamerica y cruz borgoñaEl siguiente texto fue publicado por autor anónimo en la sección de Foros del sitio web de Univisión, el 14 de febrero de 2006.

En el Nuevo Mundo hay tres territorios grandes: Canadá/Estados Unidos, conocido como Angloamérica, cuyo idioma principal es el inglés y con una población de aproximadamente 320 millones de personas; Hispanoamérica, 18 países separados y desunidos con un solo idioma en común e historias similares, con una población total, desde México hasta Argentina incluyendo las Antillas Cuba y República Dominicana, con una población de unos 350 millones, y Brasil, una sola nacion, un solo idioma, una historia, con 200 millones.

Inglaterra, España y Portugal, las tres madres patrias de las Américas (considerando que la población francoparlante y holandoparlante es mínima en comparación con estos tres principales)… y nosotros los hispanos dando la nota discordante… con un racismo entre nosotros mismos… impresionante.

Cada nación desde México hasta Argentina se siente orgullosa de su independencia… pero… es realmente esa independencia tan valiosa? Sigue leyendo

La serpiente y la cruz

«la cultura post-colombina es esencialmente sincrética, como mestiza fue la España de las proas de Colón (…) Contrariamente a lo que comúnmente se cree, la Conquista no enriqueció a España sino que la arruinó, en ella perdió sus flotas y sus mejores hombres (…) La aparición de América en la cosmovisión europea coincide con la constitución del primer estado de la modernidad: España (…) Esta transición entre dos épocas arriba a América en toda su complejidad y asimetría (…) así como la conquista española tuvo sus principales críticos en sus propias filas, algunos sabios nahuas se opusieron a las crueles creencias mexicas (…) Aztecas e Incas tuvieron en la historia la fugacidad de un cometa, pero su brillo aún nos deslumbra. España los sojuzgó como anteriormente ellos lo hicieron con sus predecesores»

Tonantzin Guadalupe

Representación de Tonantzin, diosa madre de la tierra venerada por los antiguos pueblos mesoamericanos, y de la Virgen de Guadalupe, que según la tradición católica apareció en el cerro de Tepeyac, en el Valle de México.

Artículo del escritor e historiador José Luis Muñoz Azpiri publicado el 11 de julio de 2012 en el sitio web Derecho Indiano.

“En la conquista de América se entreveran encomienda y utopía, hecho y derecho, guerra y misión, agresión y voluntad de una nueva Ciudad de Dios” (Ramón Xirau).

La dialéctica del prójimo y el extraño 

Una de las características esenciales que ha regido el devenir de la historia de la humanidad es la idea que los pueblos se hacen de sí mismos y de sus vecinos. Esta regla universal, que llamamos etnocentrismo, existe desde que el fuego y los rudimentos de la civilización anunciaron la aparición del hombre.

No tiene latitudes geográficas, ni longitudes temporales, su universo abarca desde nuestra Tierra del Fuego, cuando hace miles de años los Onas se llamaron a sí mismos Selk nam (nosotros, los hombres) hasta los tiempos actuales. Así como fueron bárbaros quienes no dominaron el vocabulario helénico y vivieron ajenos a la actividad de la Polis, “sudacas”, “pieds noirs” o “marielitos” serán los apelativos actuales de quienes desembarquen en las orillas del desarrollo.

En cierta forma, toda sociedad tiende a considerar sus pautas culturales como unívocas y excluyentes, sea como tendencia endógena de supervivencia o como fundamentación teórica para legitimar su dominio sobre la otra.

Este aislamiento en sí mismo, que se traduce en hostilidad tribal ante la vecindad del grupo ajeno, este mutuo extrañamiento y relación de conflicto entre el prójimo y el “otro”, no parece resuelto en los Balcanes, en Medio Oriente o en la Unión Europea. Tampoco en nuestra América, donde apenas transcurrido menos de una década desde el Vº Centenario, se persiste en viejas polémicas, nuevas expediciones a la Leyenda Negra o la reminiscencia nostálgica de las glorias coloniales cantadas por Kipling.

Resulta paradójico y desalentador que el drama histórico que originó la primera y profunda reflexión de la humanidad sobre sí misma, sea nuevamente a medio milenio de su eclosión, objeto de bizantinos discurrimientos sobre su legitimidad (como si todos los acontecimientos históricos lo tuvieran) o de maniquea arena de enfrentamiento entre “civilización original” o “cultura trasplantada”.

No se reflexiona sobre el verdadero significado del acontecimiento. Sigue leyendo

Perón y la unidad de Hispanoamérica

Entrevista a Gabriel Fossa (Agrupación Unidos por Perón) en el programa «8910» del canal de televisión argentino TLV1

«hay que ver a Perón dentro de un proceso histórico que viene de centenares de años, que tiene que ver con una tradición hispanoamericana (…) la dominación británica viene desde 1806 (…) todo nuestro sistema productivo estaba en manos de los británicos (…) Perón sentó las bases de esta lucha por la independencia argentina y también la hispanoamericana (…) Perón al crear la «tercera posición» lo que hace es acabar con las dos avenidas de la sinarquía, que son la derecha y la izquierda (…) Hispanoamérica fue balcanizada, dividida por estos grandes grupos de poder que se encontraban en la City de Londres (…) es un peligro total que exista una tercera posición (…) hispanoamericana, con proyección continental (…) No se equivocaba Winston Churchill: Argentina arrastraría a Hispanoamérica y la caída de Argentina implicaba también la de toda Hispanoamérica (…) Perón simboliza la lucha y la unión de los pueblos de Hispanoamérica (…) Brasil tiene una estrategia de imperio (…) La comunión de Portugal con Gran Bretaña es muy fuerte (…) y una de las estrategias para que Hispanoamérica no sea potencia es tratar de hacerla «la cola de Brasil» para tenerla dominada (…) Lo que no quiere la sinarquía (la masonería, el Vaticano, la izquierda, la derecha y el sionismo) es que haya un goberno nacional, un Estado libre que tenga su propia (…) proyección de futuro como Estado (…) somos un país ocupado, controlado y nuestra economía está dependiente»

 

Brasil y su estrategia de dominio imperialista

«Brasil no cejará en su empeño de reafirmación imperialista, es preciso ser conscientes de ello. Es de esperar que nuestros países despierten prontamente del profundo letargo en el que se encuentran sumidos para contrarrestar esta cruda realidad; de lo contrario, en pocos años más terminaremos convirtiéndonos en un grupito de satélites del Brasil»

Editorial de opinión originalmente titulado «Brasil continúa impulsando su estrategia de dominio imperialista» publicado el 23 de octubre de 2012 en el periódico digital paraguayo ABC.

Unida como un solo país, la América de habla española tendría casi el doble de población de Brasil

Unida como un solo país, la América de habla española tendría más superficie y casi el doble de población que Brasil. Pero al estar dividida en muchas repúblicas, sufre el imperialismo de Estados Unidos en el Norte y el de Brasil en el Sur.

Es una lección de la historia que cuando los imperios movilizan las fichas del poder en el tablero internacional lo hacen con una finalidad específica, generalmente la de ampliar sus espacios de influencia que les permitan asegurar su expansión, antes territorial, ahora económica. Esta es la forma en que se está comportando nuestro principal vecino, el Brasil, que viene fortaleciendo su plan para alzarse con el completo dominio político, económico y comercial de la región, prácticamente sin que nadie se atreva a oponerse a sus afanes hegemónicos.

Superada en la década del 80 la histórica rivalidad existente entre Argentina y Brasil, hecho producido más bien por la decadencia del primer país y su estancamiento económico, Brasilia continuó con su plan de reafirmación de su “liderazgo”, el que contemplaba en ese estadio la creación del Mercosur, el cual fue fundado aquí, en Asunción, el 26 de marzo de 1991.

Pasados los primeros años de entusiasmo del citado proyecto, el bloque regional fue sometido a un sistemático desgaste que comprometió de manera determinante sus chances de futuro. Al principio se sostuvo que el Mercosur sería una suerte de copia de la Unión Europea; sin embargo, esa pretensión era completamente irreal, puesto que el Brasil no permitió jamás que el principio de la supranacionalidad estuviera vigente en el grupo, y es sabido que sin este no existen muchas posibilidades de consolidación exitosa en ningún proceso de integración regional. Sigue leyendo

Vuelta a la realidad hispanoamericana

«Lo que se quiere para Hispanoamérica es (…) que ella sea en el sur lo que los Estados Unidos son en el norte. Se quiere que Hispanoamérica sea un país a la altura del progreso universal; pero con sus características»

El siguiente texto es un fragmento del ensayo titulado «El pensamiento latinoamericano» (Primera parte. VII. En torno a una solución hispanoamericana), del filósofo Leopoldo Zea. Tomado del sitio web Proyecto Ensayo Hispánico (ensayistas.org)

Arquitectura hispana virreinal en el casco viejo de la ciudad de Panamá.

Arquitectura hispana virreinal en el casco viejo de la ciudad de Panamá. Fundada en 1519, Panamá fue destruida casi por completo por piratas ingleses en 1671 y  reconstruida por los hispanoamericanos en 1673.

Pese a todos sus defectos, la única realidad sobre la cual el hispanoamericano podía apoyarse era la propia, esto es, la realidad hispanoamericana. Las diferencias, decía Alberdi, vienen de la raza y de varios siglos de educación diferente. El pensador argentino siente una gran admiración por los pueblos sajones; pero sabe que esta admiración no va a hacer cambiar la realidad de Hispanoamérica. “Querer britanizar la raza española —decía— es desconocer la naturaleza. Aunque —agregaba— debemos, sí, abrir anchas puertas entre nosotros a esa noble raza anglosajona” (Estudios políticos). Estas puertas deberían ser las de la inmigración. Pero lo real, lo inmediato, era contar con el material existente y hacer sobre él los esfuerzos necesarios para su regeneración. Esto mediante la solución que ya conocemos: la educación.

Desde luego, tal cosa no quiere decir que desconozcan la relación que Hispanoamérica tiene con lo universal. Todo lo contrario, es la conciencia de esta relación la que les hace estar seguros de un futuro triunfo. Sigue leyendo

Masferrer y Sandino: antiimperialismo y nacionalismo

«Tanto Sandino como Masferrer fueron nacionalistas y antiimperialistas; formaron parte de una línea de pensamiento más amplia, cuya matriz ideológica era el arielismo y las ideas de Vasconcelos, pero actuaron de modo diferente. El primero optó por la lucha armada; el segundo por la denuncia y la protesta mediante campañas puntuales contra las compañías extranjeras y los nacionales que colaboraban con ellas»

El siguiente texto es un fragmento extraído del ensayo titulado «Alberto Masferrer, Augusto César Sandino: Antiimperialismo, espiritualismo y utopía en la década de 1920», del historiador Carlos Gregorio López Bernal (Universidad de El Salvador). Publicado en diciembre de 2009 en el sitio web Academia.edu

"Entre nosotros no deben existir fronteras y todos estamos en el deber preciso de preocuparnos por la suerte de cada uno de los pueblos de la América Hispana" (Augusto César Sandino).

«Entre nosotros no deben existir fronteras y todos estamos en el deber preciso de preocuparnos por la suerte de cada uno de los pueblos de la América Hispana» (Augusto César Sandino).

A primera vista, pareciera que hay poco en común entre el aguerrido guerrillero que tuvo la osadía de enfrentarse a los marines estadounidenses y el pacífico e inofensivo Masferrer. A pesar de que ciertamente hay aspectos incompatibles entre ambos, este estudio pretende demostrar que hubo afinidades y, que además, varias de las características que se señalarán también eran compartidas por otros intelectuales de la época. Aunque Sandino no era un intelectual al estilo de Rodó, Turcios o Vasconcelos elaboró un discurso que tuvo mucho eco, no solo en América, si no en Europa. Sus viajes y sus lecturas le dieron un bagaje cultural disperso y poco sistemático, pero suficiente para entender la política nicaragüense y el expansionismo estadounidense. Así, por lo menos en sus mejores momentos, pudo mantener un interesante diálogo con la comunidad intelectual latinoamericana, con la cual compartió mucho más que su radical antiimperialismo.

La creciente influencia política y económica de los Estados Unidos en Hispanoamérica dio lugar al surgimiento del antiimperialismo y al reforzamiento del nacionalismo. Sigue leyendo