Archivo de la categoría: Opinión

El hispanismo en nuestra América

«El imperialismo anglosajón, ya sea británico o norteamericano, sigue con sus zarpas contra la Hispanidad. Desunidos y desorientados, nada podremos hacer. Bien confederados, seríamos una gran potencia y nuestra voz se escucharía por todos los rincones del mundo»

Fragmento del artículo originalmente titulado «Las dimensiones geopolíticas del hispanismo», del historiador, profesor y traductor de lengua portuguesa, ensayista y poeta Antonio Moreno Ruiz. Tomado del sitio web La Razón Histórica. Revista Hispanoamericana de Historia de las Ideas. Originalmente publicado en el sitio web Movimiento Raigambre.

Los territorios que estuvieron unidos bajo la Monarquía Católica (Hispanidad). Hispanoamérica aparece en azul, excepto Cuba y Puerto Rico, en rojo.

Los territorios que estuvieron unidos bajo la Monarquía Católica (Hispanidad). Hispanoamérica aparece en azul, excepto Cuba y Puerto Rico, en rojo.

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

EL HISPANISMO EN NUESTRA AMÉRICA

Decíamos que el hispanismo avanza hacia la metapolítica, y ello queremos consolidar. Por supuesto, ¿cómo obviar a la América Hispana y no sumarnos al grito del mentado Alberto Buela contra “Latinoamérica”? Que no nos engañen más: No existe una “América Latina”. Históricamente no tiene base ninguna. La primera vez que se utiliza este sinsentido es con la administración de Napoleón III, concretamente a través del ministro Michel de Chevalier (1). El imperialismo bonapartista se quiso apuntar el tanto y que Francia liderara a los pueblos “latinos”, sometidos a su política, por supuesto. La masonería hispanoamericana y luego la anglosajona lo acogieron muy pronto… ¡Y en nuestro tiempo la extrema izquierda más hispanofóbica, teledirigida por el chavismo, lo utiliza como un mantra! Pero no cuela… “Latino” es o bien el habitante del Lacio o bien el que demuestra mucha sabiduría del latín. En la América que fue española jamás se habló el latín, ni fue del Lacio el origen de su conquista y poblamiento. De Spanish America hablaron los ingleses hasta casi el siglo XX. En todo caso, “Iberoamérica”, aunque no del todo preciso, sería más justo. Pero a nosotros el que más nos gusta es América Hispana o Hispanoamérica. El más justo, el más histórico-tradicional y el que ha de tener mayor proyección de futuro.

Habrá quien crea que “hispanismo” continúa siendo un academicismo que rechazaría lo indio. Nada de eso. El hispanismo en América ni quiere ni puede ni debe excluir lo indígena, lo negroide o los distintos mestizajes. Es algo relativamente parecido al panarabismo Sigue leyendo

El español, idioma común de Hispanoamérica

«No es el pasado lo que debería ocupar tanto desvelo. Es el futuro. El idioma español en el mundo, en Internet, en su relación con el inglés (…) Lengua y cultura enriquecida por su mixtura con las culturas indígenas y africanas (…) Lengua y cultura ya no sólo española. Hispanoamericana. Sin mayores problemas»

Extensión de la lengua española en América

Extensión de la lengua española en América

Fragmento del artículo originalmente titulado «Las vueltas y revueltas del castellano», de Augusto Zamora R., profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. Publicado en el diario español El Mundo el 31 de mayo de 2001.

Nada expresa mejor la comunión hispanoamericana con el idioma español que la actitud de los emigrantes en Estados Unidos. La riada de desheredados que a diario cruza la frontera desde México está protagonizando una revolución tan silenciosa como irreversible. Tras décadas de tiranías militares y como efecto colateral del expolio dirigido por el FMI, so pretexto de sanear las economías, millones de latinoamericanos han emigrado al imperio.

Contrariamente a lo ocurrido con otros grupos nacionales, que se diluyeron en el crisol norteamericano, la emigración latinoamericana llegaba con su lengua y su cultura. A pesar de las humillaciones y maltratos, defiende su ethos y ha asumido el calificativo de hispano o latino como identificación. No por descender de españoles, pues la inmensa mayoría son mestizos, mulatos e indios, sino por sentirse parte de una cultura tejida en torno al idioma español, que ama y defiende con pasión desprovista de odios o sectarismos Sigue leyendo

El llamado de la Patria Grande

“Sólo sacrificándonos por la dignidad distante y ajena podremos encontrar el camino que lleva a la propia dignidad” (Víctor Massuh)

El siguiente texto es una reseña de Rodrigo Toranzo sobre el libro «El llamado de la Patria Grande», del filósofo Víctor Massuh, publicado en 1983. Tomado del sitio web del Banco Interamericano de Desarrollo (Catálogo del Centro de Documentación INTAL).

Portada de

Portada del libro «El llamado de la Patria Grande» en la edición de Editorial Sudamericana (Buenos Aires, 1983).

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

Las páginas de este libro son fiel reflejo de su título: constituyen un llamado a los hispanoamericanos para encontrar su verdadera identidad cultural en una actitud abierta.

La primera parte del libro está dedicada a la actuación del autor como representante argentino en la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Esto, que pareciera en principio ajeno al llamado de la Patria Grande, representa una etapa necesaria para pasar del diálogo universal de las culturas a los rasgos característicos de la personalidad iberoamericana.

La permanencia del autor durante seis años en la UNESCO es descripta con vívidos trazos, que nos muestran la realidad de esta Institución, más allá de la noticia sensacionalista, a veces negativa, que produce una imagen distorsionada de instituciones muy importantes para la humanidad de hoy.

Dice el autor al referirse a los principios esenciales de la UNESCO, la universalidad y la pluralidad: “son dos principios hoy amenazados, en un mundo dividido por las ideologías, los prejuicios, el espíritu sectario y el irracionalismo nihilista que cree en el poder redentor de la violencia”.

En este clima de verdadero encuentro fecundo de las culturas, donde se confrontan la pluralidad y la  universalidad, surgen las reflexiones acerca de quién buscará –junto con otros latinoamericanos- una identidad espiritual, un sentimiento común, que los llevará a la Patria Grande Sigue leyendo

La hispanidad desde el sur

«La hispanofobia de la que hablan algunos historiadores, no es tal. En la mayoría de los casos no son sentimientos indígenas genuinos. Han sido estimulados desde algunos sectores que fomentan la división tal cual lo han hecho en el pasado con la leyenda negra (…)  la lengua española nos une por sobre todas las cosas (…) es el factor de unión que más debemos cuidar»

Artículo de opinión del historiador e investigador Mariano García Barace publicado en la sección Política del periódico digital Intereconomía el 12 de octubre de 2013.

La América hispana: aquí se concentra más del 80% de los hablantes de español de todo el mundo.

La América hispana: aquí se concentra más del 80% de los hablantes de español que hay en el mundo.

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente siempre como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

El Dr. Mariano Moreno fue el gran enemigo del despotismo y la opresión, pero jamás de España. Su madura rebeldía era sólo hacia el sistema político. Moreno marcó la diferencia entre los españoles europeos y los nacidos en suelo americano, sin dejar de sentirse español. De esa diferencia establecida por la generación emancipadora, nace la denominación hispanoamericano. Si hay algo que enaltece a los hermanos Moreno es el haber sido de los primeros que se solidarizaron con el sufrimiento indígena en las zonas de explotación metalífera, producto de la avaricia cruel de algunos españoles. Mariano Moreno habló sobre este tema al regresar de la Universidad de San Francisco Javier (Chuquisaca). Leamos: « El doctor Moreno conservó toda su vida una viva impresión de la lamentable escena que había presenciado, y tanto el conocimiento de lo que pasa en estos lugares, como la general noticia que adquirió durante su permanencia en el Perú, le hacían frecuentemente unirse con los piadosos sentimientos de un virtuoso prelado de la Paz, que tocado del espectáculo de estas desgracias e injusticias, solía decir en sus conversaciones, que pasaría gustoso el resto de su vida en los obscuros calabozos de los moros, por no tener el triste desconsuelo de ver servir los indios sin salario, y siempre sujetos sin recurso al capricho de los opresores de su libertad y usurpadores de sus bienes». (Vida y Memorias de Mariano Moreno. Manuel Moreno, 1812)

La opresión e injusticias existieron en el Potosí, pero no en el Río de la Plata. Cada región tuvo desarrollos diferentes. El mismo Manuel Moreno escribió en esa época que la invasión inglesa de 1806 había despertado a los habitantes de la apatía y que antes de esa época la población vivía tranquilamente al otro lado del océano, sujeta a un régimen inalterable Sigue leyendo

Balcanizar México

«los aridoamericanistas (…) aunque no son más que un puñado de traidores ideológicos a México (…) señalan ya un peligro abierto (…) que puede extenderse (y de hecho se extiende, como muestra el problema santacruceño en Bolivia o mapuche en Chile) por toda la Hispanidad como un virus. Y aquí no caben medias tintas: o se está con México y su unidad, o se está contra México y contra la Hispanidad»

Artículo titulado «Balcanizar México», del politólogo español Santiago Armesilla, publicado el 13 de marzo de 2013 en el sitio web personal armesilla.org

El proyecto "Aridoamérica" pretende balcanizar México, y es equiparable a otros proyectos hispanoamericanos que pretenden fragmentar a la ya de por sí dividida Hispanoamérica [pulse en la imagen para ampliar]

El proyecto «Aridoamérica» pretende balcanizar México y es equiparable a otros proyectos que en distintos Estados hispanos pretenden fragmentar a la ya de por sí dividida Hispanoamérica [pulse en la imagen para ampliar]

Lo que se muestra en este mapa es la última ocurrencia de los hispanófobos que, a nivel de dialéctica de clases en México, pululan por la gran nación hispanoamericana, la que está a la frontera con el (todavía) Imperio realmente existente. El Proyecto Aridoamérica no es más que la versión mexicana del neofeudalismo catalanista. Neofeudalismo, ideología que bajo el pretexto del «derecho a decidir» (la autodeterminación) defiende realmente privilegios de secesión negando la soberanía nacional en una recuperación de los privilegios telúricos propios del Antiguo Régimen. Sigue leyendo

Sobre imperio e imperialismo

«Si un día fuimos grandes, ¿Cómo no hemos de volver a serlo cuando sirvamos en plenitud a nuestros no igualados destinos? (…) Os decía que como imperialismo, no. Imperialismo es el sentido hegemónico de un pueblo sobre otro pueblo, que salta sobre las cuestiones de derecho, que salta por encima de la justicia. Esto no es de nosotros. Debemos ir a una reintegración de los pueblos hispánicos» (Jorge Luna Yepes)

Artículo de Francisco Núñez Proaño, director del Instituto Ecuatoriano de Cultura Hispánica. Publicado originalmente bajo el título «Imperio e imperialismo en Jorge Luna Yepes y Julius Evola» en el sitio web Coterráneus, el 28 de septiembre de 2011.

Las Indias (América Hispana) en su máxima extensión territorial, hacia 1790.

Las Indias (América Hispana) en su máxima extensión territorial, hacia 1790 [pulse en el mapa para ampliar].

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente siempre como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

En el estudio de los sistemas políticos comparados, que decepcionantemente la mayoría de veces se reduce a las distintas formas de democracia, Imperio e imperialismo parecerían sinónimos, sin embargo, a la luz de la concepción tradicionalista de Julius Evola por un lado, y nacionalrevolucionaria o de tercera posición de Jorge Luna Yepes por el otro, son antítesis “lo más opuesto” que pueda concebirse.

En la historia de las ideas, en particular de las ideas políticas ecuatorianas, pocos pensadores han alcanzado un grado de claridad y penetración sobre las causas de la decadencia de la idea política y su expresión plasmada en la realidad: el Estado. Jorge Luna Yepes, prácticamente un desconocido en nuestros días, fue un líder político ecuatoriano, así como historiador, y figura máxima del movimiento de tercera posición Acción Revolucionaria Nacionalista Ecuatoriana durante la segunda mitad del siglo XX.

En el caso particular de este artículo nos interesan sus ideas políticas desarrolladas y expuestas en sus escritos a lo largo de las décadas, específicamente la de Imperio y la de imperialismo; Luna entendía a ambos conceptos como enfrentados entre sí, y así nos lo señala claramente, definiendo al Imperio de la siguiente forma:

“Vosotros sabéis que una vez fuimos tan grandes que en nuestras lindes el sol no se ponía. Y siendo esto una verdad en el campo físico, lo era más profundamente en el campo del espíritu… (el) Imperio español de la decadencia, fue quedar confiadamente en el campo de la inactividad. Nosotros tenemos que reaccionar contra algo que se hizo vicio nuestro, pero que no fue de nuestros mayores. Esta inactividad después del éxito no es consustancial con el genio hispano… Si un día fuimos grandes, ¿Cómo no hemos de volver a serlo cuando sirvamos en plenitud a nuestros no igualados destinos?… tenemos que lanzarnos a la reconquista de lo que fue nuestro¿Qué fue nuestro? Nuestra fe, nuestra grandeza imperial. El Imperio. ¿Imperialismo? Imperialismo, no…”[1]

En cambio, imperialismo para él significa lo siguiente:

“¿Y cómo no vamos nosotros a volver por lo que antes fuimos? ¿Cómo vamos a rehacer este Imperio? Os decía que como imperialismo, no. Imperialismo es el sentido hegemónico de un pueblo sobre otro pueblo, que salta sobre las cuestiones de derecho, que salta por encima de la justicia. Esto no es de nosotros. Debemos ir a una reintegración de los pueblos hispánicos. ¿Qué se llame Imperio? Es discutible. El nombre es menos importante…. Afirmación imperial, no… imperialista”.[2] Sigue leyendo

La Liga Anfictiónica como gobierno supra-nacional

«Dividir Sur mientras se unificaba el Norte, estimular el parroquialismo en las zonas meridionales (…) mientras la América sajona progresaba en su inteligente proceso de aglutinamiento nacional, fue el plan maestro de los estadistas de Washington, plan que requería (…) un activo trabajo de zapa en la opinión pública de las naciones del Sur, a fin de crear el clima propicio para que sus dirigentes dejaran naufragar la histórica empresa de su integración, sustituyéndola por un negativo e interminable litigio sobre sus soberanías y libertades»

Artículo originalmente titulado «La Liga Anfictiónica como gobierno supra-nacional de la gran sociedad hispanoamericana», de Indalecio Liévano Aguirre, diplomático, historiador, político y miembro de la Academia Colombiana de Historia. Publicado en el sitio web Debate Socialista, el 28 de junio de 2012.

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Ilustración de la portada del libro «Documentos sobre el Congreso Anfictiónico de Panamá», de Germán de la Reza (Fundación Biblioteca Ayacucho, 2010).

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Como el Libertador le ordenó al vicepresidente Santander preparar en Colombia las fuerzas de mar y tierra que debían efectuar, al término de la guerra en el Perú, las operaciones de invasión a Cuba, y como esas operaciones aparejaban, según las instrucciones de Bolívar, la inmediata proclamación de la libertad de los esclavos en dicha isla, se comprende la reacción contraria del gobierno norteamericano cuando se vio enfrentado a la doble y alarmante perspectiva de la emancipación de la raza negra en territorios tan cercanos a sus Estados sureños y a la ocupación por fuerzas colombianas de una isla que los ideólogos del destino manifiesto consideraban como complemento y apéndice de su República Continental. Esa reacción quedó protocolizada en las instrucciones impartidas a los ministros acreditados por el gobierno de Washington en Bogotá y México, señores Anderson y Poinsett, principalmente en la definición contenida en la Nota que envió, en 1823, el Secretario de Estado John Quincy Adams al ministro norteamericano en Madrid, señor Hugo Nelson:

Las islas de Cuba y Puerto Rico -decía Adams- son un apéndice natural del continente norteamericano en virtud de su posición local y una de ellas (Cuba) es objeto de trascendental importancia para los intereses políticos y comerciales de la unión. Su posición, que domina el Golfo de México y las Indias Occidentales; su situación media entre nuestra costa meridional y la isla de Santo Domingo; su amplia y segura bahía de La Habana, frontera de una extensa línea de nuestras costas, destituidas de esta ventaja; la naturaleza de sus productos y necesidades, que suministran las provisiones o requieren los cambios de un comercio inmensamente provechoso y mutuamente benéfico, todo esto da a la Isla, en el conjunto de nuestros intereses nacionales, una importancia con la cual no puede compararse la importancia de ningún territorio extraño respecto de la cual es poco superior la que une a los diferentes miembros de la Unión Sigue leyendo

Entrevista a Manuel Llanes

«La lengua española y la religión católica pueden actuar como factores de cohesión entre las naciones políticas de Hispanoamérica, así como la relación dialéctica frente a los Estados Unidos y sus intereses geopolíticos en el mundo (…) La cuestión es trascender el nacionalismo en sus versiones más cercanas al “egoísmo colectivo” (…). Reivindicar Hispanoamérica implica triturar mitos oscurantistas que son legión» (Manuel Llanes)

Extracto de la entrevista realizada al escritor Manuel Llanes García y publicada en el sitio web Izquierda Hispánica.

hispanoamerica en occidenteNOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente siempre como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

¿Qué opina usted de la herencia española en Iberoamérica?

En Hispanoamérica vivimos todavía las consecuencias del desmembramiento del Imperio Español. José Vasconcelos lo dice muy claro en el Ulises criollo: “Un patriotismo ardoroso y ciego proclamaba como victoria inaudita nuestra emancipación de España, pero era evidente que se consumó por desintegración, no por creación”. Este año se celebra la independencia de los antiguos territorios del Imperio Español y en las naciones políticas emergentes todavía, después de 200 años, no se tiene claro el papel que el imperialismo generador tuvo en aquellas tierras. Desde una perspectiva infantil, se asocia sin más el Imperio Español con la leyenda negra y la Inquisición, pero no se tiene en cuenta la acción depredadora del Imperio Británico en la actual Norteamérica, por ejemplo. Los ingleses aniquilaron a los indígenas y los españoles se mezclaron, lo cual dio lugar al mestizaje. Se desconoce que la Nueva España era una parte formal del Imperio Español y no una colonia. Se olvida que en 1812 se consideraba españoles tanto a los peninsulares como a los habitantes de los territorios americanos; en cambio se alimenta el mito del cura Hidalgo, un reivindicador del Antiguo Régimen.

Entonces esa herencia española hay que buscarla en la existencia de las ciudades americanas, como el DF, todas ellas producto de la norma del imperialismo generador. No hay que perder el tiempo mediante reivindicaciones de un pasado indígena que nunca le dio unidad a la antigua Mesoamérica, como si ocurrió en la Nueva España.

Desde luego, no hay que despreciar la construcción de un contexto cultural católico (digo lo anterior como ateo esencial, aunque no anticlerical) que nos previene de un vacío ideológico que haría las delicias de protestantes y musulmanes, quienes al lado de la iglesia católica son simplemente puro delirio irracional.

Sin duda el legado más importante es la existencia de una lengua como el español, que permite que más de 400 millones de personas del orbe puedan comunicarse. Sigue leyendo

La herencia de España

«la historia del idioma castellano en América comenzó con la llegada de los misioneros católicos españoles, quienes se dedicaron primero a aprender las lenguas de los nativos y a enseñarles el castellano, para después evangelizarlos (…) al hacer el balance se puede apreciar (…) el grandioso aporte de la religión católica y del idioma español como lengua franca unificadora de todos los pueblos hispanoamericanos»

Artículo de opinión de Luis Sánchez Sancho publicado en la sección editorial del periódico digital nicaragüense «La Prensa» el 12 de octubre de 2013.

Territorios de América donde se habla español, como lengua mayoritaria (azul oscuro) o minoritaria ( azul claro).

Territorios de América donde se habla español, como lengua mayoritaria (azul oscuro) o minoritaria ( azul claro).

NOTA: Las opiniones y expresiones vertidas en este artículo corresponden exclusivamente a su autor y no deben interpretarse necesariamente siempre como un posicionamiento de nuestro sitio web Hispanoamérica Unida.

Pueden escuchar el audio del artículo en este enlace:

 http://www.laprensa.com.ni/2013/10/12/voces/165836

El 12 de octubre (Día de la Raza, Día de la Hispanidad o Día de la Resistencia Indígena, según las distintas etiquetas que se le ponen a esta efeméride de acuerdo con las diversas perspectivas ideológicas y enfoques políticos), se conmemora este año en Hispanoamérica en el marco de la celebración del III Centenario de la Real Academia de la Lengua Española.

Pero en Nicaragua el 521 aniversario del Descubrimiento de América ocurrido el 12 de octubre de 1492, se conmemora también en el contexto de la celebración del centenario de la Provincia Eclesiástica de Nicaragua, creada el 2 de diciembre de 1913. Este hecho religioso histórico fue una consecuencia de la llegada de los españoles a nuestras tierras, de las cuales se llevaron muchas riquezas materiales y causaron una gran aniquilación humana, pero también trajeron sus tesoros culturales y espirituales más valiosos: la lengua y la religión, y aportaron el extraordinario fenómeno étnico y cultural del mestizaje hispanoamericano. Sigue leyendo

Indigenismo y eurofobia

«en la conquista y colonización de Iberoamérica ocurrieron enormes atropellos, aunque menores que los cometidos por países como Inglaterra, que diseminaron interesada e hipócritamente las peores ideas antiespañolas (…) desde el fondo de esas tragedias se elaboran también grandes falsificaciones»

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Página del códice Mendoza (hacia 1540) en el que se ven varios rangos de guerreros aztecas con sus cautivos.

El siguiente texto es un fragmento del artículo de opinión del mismo nombre publicado en el periódico digital La Prensa por el catedrático nicaragüense de política exterior Álvaro Taboada Terán (30 de octubre de 2013).

Bien sabemos que en la conquista y colonización de Iberoamérica ocurrieron enormes atropellos, aunque menores que los cometidos por países como Inglaterra, que diseminaron interesada e hipócritamente las peores ideas antiespañolas. Pero esto, relativamente, es pasado. El antiespañolismo actual es parte del antieuropeísmo tercermundista, fruto del indigenismo radical, alineado con dictaduras y con prósperos neocaciques “revolucionarios”.

Indubitablemente el ocaso cultural y el declive demográfico ocasionado por la intrusión, en este caso de Europa, fueron dolorosas tragedias, paralelas a la reducción a la servidumbre de las masas aborígenes. Pero desde el fondo de esas tragedias se elaboran también grandes falsificaciones. Sigue leyendo