Archivo de la categoría: Nuestro idioma

El español como factor de cohesión

Extracto de la entrevista realizada por Agenda Ciudadana de Panamá en el VI Congreso Internacional de la Lengua (Panamá, 2013), a Carlos Leañez Aristimuño, Profesor del Departamento de Idiomas de la Universidad Simón Bolívar de Caracas.

«Nosotros somos percibidos desde afuera como un gran conjunto, como una gran civilización. En la medida en que esa herencia histórico-cultural (…) la sepamos llevar a mecanismos de integración más importantes, nosotros vamos a ser realmente una comunidad descollante» (Carlos Leáñez Aristimuño)

 

 

El patrimonio de la lengua es asunto de todos

«en el siglo XIX operaron factores políticos, sociales y económicos que llevaron a darle al español en Hispanoamérica una base cada vez más ancha y firme (…) Hoy, en un mundo multipolar y estando el 90% de los hablantes de español en América, la situación ha cambiado. La lengua es de todos los que la hablamos (…) en la orilla americana del español, debemos ser más activos en la gestión de nuestra propia lengua»

lengua española en americaArtículo de Carlos Leáñez Aristimuño, lingüista y profesor del Departamento de Idiomas de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, publicado el 20 de octubre de 2013 en el periódico digital venezolano El Nacional.

Tomo el avión en Madrid y, tras más de una decena de horas y miles de kilómetros, me bajo en Buenos Aires y sigo hablando la misma lengua. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo se ha logrado que una lengua grande, como el español –regada en territorios inmensos, en competencia con otras lenguas, poseedora de centenares de millones de hablantes que realizan las más disímiles actividades– se mantenga unida?

El XIX: La gran expansión

Cuando los hispanoamericanos nos separamos de España, algunos pronosticaron que la pérdida del lazo político común conllevaría una fragmentación de nuestra lengua en estas latitudes. Pero el cataclismo político no tuvo un correlato cultural: lengua y religión no fueron seriamente amenazadas.  El español no sólo se mantuvo unido, sino que sus hablantes pasaron de alrededor del 30%­ a más del 90% en menos de un siglo. Nunca ha tenido nuestra lengua un ciclo de expansión tan amplio y profundo. ¿Cómo ocurrió esto? Sigue leyendo

El español en América

«Es, pues, nuestro español muy propio y característico de estas tierras en sus diversos niveles (fonológico, fonético, gramatical y léxico) cuyos cambios responden a la natural tendencia diferenciadora de las lenguas, pero que no ponen en riesgo su unidad porque pervive un fondo común “mucho más poderoso que los particularismos»

Artículo del lingüista y escritor Róger Matus Lazo publicado en la sección de opinión del periódico digital nicaragüense El Nuevo Diario (2 de noviembre de 2013).

Mapa que muestra las zonas de América donde se habla habitualmente español.

Mapa que muestra los territorios de América donde se habla habitualmente español.

A José Moreno de Alba, in memoriam

Cuando Boabdil, llorando, abandona en 1492 Granada -último baluarte moro-, no solo terminaban más de setecientos años de dominación árabe en la Península Ibérica, sino que ocurrían otros dos acontecimientos de singular importancia para nuestro idioma: la publicación de la primera Gramática de Nebrija, obra que sienta las bases del español escrito y literario, y la más descomunal empresa que registra la historia de España: el descubrimiento de América.

Dos intérpretes trajo Colón al Nuevo Mundo: Rodrigo de Jerez y Luis Torres. El primero había incursionado por tierras de Guinea, y el segundo era un judío converso que hablaba hebreo, caldeo y árabe. Sin embargo, el Almirante tuvo que recurrir en un comienzo al “lenguaje” de las señas, como ocurrió con los indios de las Antillas, las primeras tierras descubiertas y colonizadas. Por eso nos dice el Fray Bartolomé de Las Casas que “las manos les servían de lengua”. La lengua entonces, único camino para llegar al conocimiento, se había convertido en un obstáculo para el invasor español y su empresa que incluía, entre otros, tres de sus más importantes expedientes: el trabajo, el mestizaje y la catequización.

Y se inicia el proceso de hispanización que implica, en primer lugar y paralelamente, una doble vía: el conquistador impone su lengua –y su religión y su cultura-, pero se ve obligado a aprender también la lengua indígena.

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El milagro del español

Vista del puerto de Buenos Aires, años 40

Vista del puerto de Buenos Aires, años 40

El siguiente texto, del poeta español Juan Ramón Jiménez, lleva por título «Epílogo de 1948» y fue escrito en Buenos Aires con motivo del primer viaje del escritor a la Argentina, en 1948.

El milagro de mi español lo obró la República Argentina: el Río Juramento, barco que me llevó, Buenos Aires, La Plata, Rosario, Santa Fe, Paraná, Córdoba, Buenos Aires. Cuando llegamos al puerto de Buenos Aires y oí gritar mi nombre, ¡Juan Ramón, Juan Ramón!, a un grupo de muchachas y muchachos, me sentí español, español renacido, revivido, salido de la tierra del desterrado, desterrado, con mi piedra de mi Fuentepiña en el bolsillo del pecho. Sigue leyendo