«consideramos la América hispánica como una unidad geográfica, política, cultural, lingüística y religiosa indivisible. Esta “nación colosal”, este espacio geográfico único en el mundo entero, por su unidad lingüística, histórica y religiosa indivisible, tiene desde el punto de vista político, también una identidad común»

El siguiente texto es un extracto de la conferencia pronunciada por el filósofo argentino Alberto Buela en el Palacio de Congresos de Versalles el 11 de noviembre de 1984, que lleva por título el de su obra «Hispanoamérica contra Occidente»
Dado que nosotros no hemos elegido el título de esta conferencia es mejor precisar el sentido del mismo en nuestra intervención. No debería ser una afirmación sino más bien una pregunta: ¿Hispanoamérica contra Occidente?, o mejor aún, ¿existe Occidente para Hispanoamérica? El tono interrogativo nos permite estudiar los datos del problema sin hacer como si la cuestión haya recibido una respuesta desde el comienzo. Nosotros creemos que la cuestión no ha sido aún resuelta. Además, si nosotros buscamos realmente plantear el problema de manera seria, debemos recordar el consejo del viejo Aristóteles: Toda cuestión científica debe plantearse en términos hipotéticos (pro ej. si S entonces P).
En segundo lugar, nosotros queremos remarcar que no tenemos la pretensión de creernos voceros omniscientes de Hispanoamérica, aunque no rechazamos, por principio, llegar a ser uno más de los suyos. Y esto es así, porque nosotros allá nacimos, vivimos y seguramente, allá vamos a morir. En una palabra vivimos “eso” como nuestro y lo preferimos en última instancia al resto de la Tierra. Y además, porque en todo juicio ético-político que se aprecie como verdadero existe la pretensión de universalidad, en el sentido que; cualquier otro que se ubique en nuestro lugar, es decir, en nuestra situación con la intención de decir la verdad, dirá forzosamente la misma cosa.
Así pues, consideramos la América hispánica como una unidad geográfica, política, cultural, lingüística y religiosa indivisible. Esta “nación colosal”, este espacio geográfico único en el mundo entero, por su unidad lingüística, histórica y religiosa indivisible, tiene desde el punto de vista político, también una identidad común. Pero esta identidad común está forjada, no tanto por los objetivos comunes a realizar como por la naturaleza del enemigo común que desde siempre la unifica. Sigue leyendo →