«Al proclamar la unidad del idioma castellano “como un medio providencial de comunicación y un vínculo de fraternidad entre varias naciones de origen español derramadas sobre los dos continentes”, se convirtió en el verdadero Libertador de los pueblos de nuestra América (…) la existencia de un solo idioma que nos permite comunicarnos eficientemente entre nosotros, debe ser el verdadero factor de progreso que pueda llevar a estos pueblos a conocer la felicidad»
El siguiente texto es un fragmento del artículo titulado «Andrés Bello (1781-1856). El gran prócer civilizador de América», publicado por el articulista Eduardo Casanova en el sitio web venezolano Literanova (24 de marzo de 2012).

Retrato al óleo de Andrés Bello, atribuido al pintor Raymond Quinsac Monvoisin (Biblioteca Nacional de Caracas).
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En el medio intelectual de su tiempo, que era bastante avanzado en comparación con los del resto de América, se destacó muy especialmente aquel severo y estudioso joven, nieto del artista plástico Juan Pedro López e hijo de Bartolomé Bello, alumno del padre Sojo y que, junto con José Ángel Lamas, Juan José Landaeta, Cayetano Carreño (que era hermano de Simón Rodríguez), Lino Gallardo, José Francisco Velásquez (hijo), Pedro Nolasco Colón, Juan Francisco Meserón, Atanasio Bello Montero, José María Izasa y José María Montero, entre otros, formó la llamada Escuela de Chacao, un formidable movimiento musical venezolano, que no tuvo paralelo en ninguna otra parte de la América española. En 1802 entró a trabajar en la administración pública de su tiempo, como Oficial Segundo de la Secretaría de la Capitanía General de Venezuela. En 1806 estuvo entre los que apoyaron al gobierno español a raíz del intento de invasión de Miranda, y poco después fue el encargado por Juan de Casas, teniente de rey y auditor de guerra, encargado en ese momento de la gobernación de la provincia, de traducir del “Times” de Londres las graves noticias acerca de lo sucedido en Bayona, en Francia, en donde Napoleón Bonaparte convirtió una conferencia entre él, Carlos IV, María Luisa y Fernando VII en un golpe de mano para convertir a su hermano José en rey de España. En 1810, Bello seguía siendo funcionario de la corona española cuando, el 19 de abril, se inició el proceso de independencia del país. Siempre se ha dicho que la canción patriótica “Gloria al Bravo Pueblo”, que se cantó en esos días en caracas y se convirtió en el Himno Nacional de Venezuela muchos años después, fue compuesta por Lino Gallardo con letra de Vicente Salias, pero una seria investigación de Alberto Calzavara determinó que en realidad se trata de una canción de cuna arreglada por el músico Juan José Landaeta, sobre versos improvisados por Andrés Bello, que no se referían a la independencia, sino a la genuina conservación de los derechos del rey Fernando VII. Sigue leyendo





