Archivo por meses: diciembre 2012

Brasil: ¿nacido para ser imperio?

«la propia historia de Brasil y los deseos y ambiciones de su clase burguesa no dejan dudas de sus intenciones imperiales (…) El imperialismo proveyó a Brasil del llamado “Milagro Brasileño” que fue a la vez un pingüe negocio para las multinacionales, pero también reforzó a la propia burguesía nacional (…) Todavía hoy, las fuerzas armadas brasileñas, las más poderosas, mejor armadas, más numerosas y políticamente mejor organizadas del continente, tiene como hipótesis de conflicto – que desarrolla en juegos militares teóricos y prácticos – la invasión de países limítrofes como Uruguay, Paraguay y Argentina»
B

Líneas delimitadoras de los territorios portugueses y españoles según los tratados de Tordesillas (1494) y Madrid (1750). Brasil no ha cesado de expandir su territorio a costa de la América hispana.

Artículo publicado por el activista político argentino Carlos Petroni en el periódico digital de opinión: Izquierda punto info bajo el título «Brasil: ¿Nacido para ser imperio? Parte I»

Desde el punto de vista de la teoría marxista es disputable si Brasil ya es un país imperialista (aunque de segunda línea), o tiene algunas características del mismo o se encuentra simplemente en un estadio intermedio, actualmente luchando por el hegemonismo regional, como paso previo a convertirse en imperialista.

Es innegable que mantiene rasgos de semicolonia. Grandes multinacionales gravitan en la economía brasileña y ejercen una influencia económica y política notable. Desde Haití al Medio Oriente, Brasil no mantiene, en los hechos, una política exterior independiente del imperialismo. Cuando difiere con el norteamericano, generalmente es porque esta sirviendo al europeo.

El control económico regional, el control de mercados comerciales en Argentina, Bolivia, Paraguay y otros países, así como la creciente exportación de capital financiero a países de Latinoamérica y otros continentes dan, sin embargo, la base para un análisis que, al menos en gran medida, difiere de la caracterización tradicional de un país semicolonial

La creciente intervención, incluida la intervención militar (pero no limitada a esta), de tropas brasileñas en “misiones de paz” de la ONU, en algunos casos liderando fuerzas multinacionales como en Haití, acrecientan los elementos para esta hipótesis. Podrá decirse que sirven los intereses globales del imperialismo, pero la opinión de las Fuerzas Armadas Brasileñas difiere. Ellos creen estar cimentado una política militar independiente al servicio de “los intereses nacionales.”

Por otro lado, la propia historia de Brasil y los deseos y ambiciones de su clase burguesa no dejan dudas de sus intenciones imperiales. Sigue leyendo

El imperialismo brasileño seguirá intacto con el gobierno de Dilma

Noticia publicada el 1 de noviembre de 2010 en el diario digital paraguayo ABC

El triunfo de Dilma Rousseff –la candidata presidencial apadrinada por Lula da Silva– en las elecciones que se registraron este fin de semana en Brasil no supone ninguna esperanza de que el próximo gobierno de ese país abdicará de sus afanes hegemónicos en la región y dejará de someter a sus vecinos, en particular al Paraguay, a una odiosa subordinación. Muy por el contrario, existen sobrados elementos para suponer que esta dará continuidad a la misma política imperialista de su jefe y mentor. La experiencia permite suponer que el acoso permanente a nuestro país continuará igual o peor durante el gobierno de Dilma. No existe ninguna real intención de desmontar el perverso esquema expansionista e imperialista que ese país viene aplicando de manera sistemática con el Paraguay desde las lejanas épocas de la colonia. La vacía retórica de la «integración» no ha sido más que una estrategia del Brasil destinada a asegurarse que sus maniobras hegemónicas le permitan en la actualidad seguir teniendo el exclusivo manejo de las llaves que abren o cierran toda oportunidad de progreso o desarrollo individual en nuestro país.El triunfo de Dilma Rousseff –la candidata presidencial apadrinada por Luiz Inácio Lula da Silva– en las elecciones que se registraron este fin de semana en la República Federativa del Brasil no supone ninguna esperanza de que el próximo gobierno de ese país abdicará de sus afanes hegemónicos en la región y dejará de someter a sus vecinos, en particular al Paraguay, a una odiosa subordinación. Muy por el contrario, existen sobrados elementos para suponer que esta dará continuidad a la misma política imperialista de su jefe y mentor. Sigue leyendo

Ganar el futuro a través de la ciencia

“El desarrollo científico es condición de libertad, sin él se cae en el colonialismo político, económico y cultural; además se vive en la pobreza, ignorancia, enfermedad y atraso. Estamos en una era científica y la ciencia es cada vez más importante en la sociedad y rinde más y mejores frutos. Es indispensable su cultivo para que un país tenga bienestar, riqueza, poder y aun independencia”

El químico mexicano Luis Miramontes, con el presidente Miguel Alemán

El químico mexicano Luis Miramontes, con el presidente Miguel Alemán

Artículo de José Manuel Sánchez Ron, miembro de la Real Academia Española y catedrático de Historia de la Ciencia en la Universidad Autónoma de Madrid. Publicado en la edición digital del diario El País el 8 de mayo de 2012.

Además de la historia, al menos dos cosas nos unen a los países hispanoamericanos: el idioma, por supuesto, y unas contribuciones a la ciencia que no se corresponden con una comunidad formada por algo más de 400 millones de personas con una larga historia a sus espaldas. Y la ciencia es importante, muy importante. Lo es ahora, en este mundo globalizado y tecnificado, pero lo era también en el pasado. Como manifestó en octubre de 1954 uno de los grandes científicos hispanoamericanos, el médico y fisiólogo argentino, Premio Nobel de Medicina en 1947, Bernardo Houssay: “El desarrollo científico es condición de libertad, sin él se cae en el colonialismo político, económico y cultural; además se vive en la pobreza, ignorancia, enfermedad y atraso. Estamos en una era científica y la ciencia es cada vez más importante en la sociedad y rinde más y mejores frutos. Es indispensable su cultivo para que un país tenga bienestar, riqueza, poder y aun independencia”. Sigue leyendo

Hispanoamérica: el 2000 debería vernos unidos

paises hispanohablantes de america«Nuestro problema actual es que nos hemos equivocado al privilegiar la relación económica con Brasil, postergando la unidad con las naciones hispanoamericanas.Con el Brasil tenemos muchos intereses económicos similares, pero no una historia, una lengua y una etnia comunes. El error de apreciación deriva de considerar prioritarias y aun excluyentes, en los procesos de integración, las cuestiones económicas, despreciando el poder de vinculación duradera que poseen los factores políticos, culturales y afectivos, al menos entre descendientes de españoles e indios. No nos une el amor. Brasil se unió con la Argentina en el Mercosur cuando le convino»

El siguiente artículo fue publicado en 1999 en la sección Tribuna Abierta, en la versión digital del diario argentino Clarín. Autor: Juan G. Labake, ex diputado nacional, ex asesor del presidente Menem y ex embajador.

La idea no es nueva. La planteó por primera vez Simón Bolívar. San Martín la acariciaba. Desde el río Bravo hasta Ushuaia podríamos formar una enorme confederación de unos 259 millones de habitantes. Tanto como los EE.UU. y un poco menos que la Unión Europea. El doble que Japón. Ayer fue un sueño frustrado. Hoy es una necesidad imperiosa.La confederación hispanoamericana de naciones, junto con el logro de una efectiva bioceaneidad funcional, la conquista de los mercados del Extremo Oriente y el aprovechamiento integral de nuestro territorio, que conlleva una política demográfica de aumento poblacional y de inversiones debidamente orientadas, constituye el grupo básico de objetivos políticos estratégicos que debería adoptar nuestro país. La Argentina vive las consecuencias de dos hechos clave: la globalización, que amenaza con barrer del mapa a las naciones aisladas e indefensas, y la conducta individualista del Brasil en el Mercosur. Sigue leyendo

El español para llegar al siglo XXII

«No pensemos —por un momento— en términos de Estado, sino en términos de nación  (…) Veremos, claramente delineado, un inmenso territorio contiguo, cuyos pobladores son lo suficientemente distintos a los otros y parecidos entre sí como para buscar, ahora sí, un cuerpo político y económico. Somos la nación más grande que existe en el mundo… que no se ha constituido como Estado»

Artículo publicado el 18 de enero de 2010 por Carlos Leáñez Aristimuño, profesor del departamento de idiomas de la Universidad Simón Bolívar (Caracas)

Mapa que muestra la extensión del idioma español en América. Si Hispanoamérica se reunificase en un solo Estado podría convertirse en la próxima superpotencia

Mapa que muestra la extensión del idioma español en América. Si Hispanoamérica se reunificase en un solo Estado podría convertirse en la próxima superpotencia

Vivimos en un mundo interdependiente: yo dependo de tu tecnología, que sé que tienes, tú de mi petróleo, que sabes que tengo. Se acabaron los vallecitos aislados, las cabeceras de ríos inaccesibles en medio de la jungla que permitían el ensimismamiento, la homeostasis: basta hincar una parabólica en medio de la aldea para poner en peligro los cuentos del abuelo en torno a la fogata. Cruje el mundo por todas partes y los menos fuertes van siendo arrollados.

Las grandes empresas toman nota: dan fe de ello las megafusiones. Las potencias intermedias buscan cohesionarse entre sí: con altibajos los europeos avanzan hacia una construcción que les dará más fuerza en los asuntos mundiales. Las potencias que despuntan, luchan por mayores espacios: Brasil busca cohesionar a Suramérica y está a punto de conseguir un sillón permanente (¿con derecho a veto?) en el Consejo de Seguridad de la ONU.

¿Y los hispanohablantes de América? Un archipiélago de 19 Estados que no pesa en la balanza de los asuntos mundiales como debería. Nos agotamos en discusiones del tipo… ¿qué viene primero, la política o la economía? Olvidémonos —por un instante— de ellas. No pensemos —por un momento— en términos de Estado, sino en términos de nación, es decir, ese conjunto de personas cuyo razonable denominador común en cultura y tradiciones los lleva a vivir juntos. Si nos centramos en el mapa de la cultura, apreciaremos nuestra cabal actualidad y potencialidad. Veremos, claramente delineado, un inmenso territorio contiguo, cuyos pobladores son lo suficientemente distintos a los otros y parecidos entre sí como para buscar, ahora sí, un cuerpo político y económico. Somos la nación más grande que existe en el mundo… que no se ha constituido como Estado. Sigue leyendo

Sobre la unidad hispanoamericana

«En el siglo pasado, la nación hispanoamericana en agraz (España e Indias) es disgregada por el embate de dos naciones europeas más desarrolladas (Inglaterra y Francia). El proceso revolucionario de independencia de España (…) y de unidad nacional americana, también se frustra por presión de Inglaterra, produciéndose un estado de descomposición nacional que dura hasta nuestros días, y con un nuevo usufructuario, los Estados Unidos. Esta descomposición forma una multitud de Estados Parroquiales, a los cuales la enajenación colonial hace creer que son Estados Nacionales»

El siguiente texto, del historiador y filósofo uruguayo Alberto R. Methol Ferré, constituye el prólogo de la obra «Artigas. La revolución de mayo y la unidad hispanoamericana», escrita por el historiador y diplomático argentino José María «Pepe» Rosa en 1960.

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Plaza de la Hispanidad, en Santo Domingo.

PRÓLOGO A “ARTIGAS. LA REVOLUCIÓN DE MAYO Y LA UNIDAD HISPANOAMERICANA” DE JOSÉ MARÍA ROSA

Revisionismo: triunfo de una política nacional

El creciente poderío popular, su necesidad imperiosa de hacer de una vez la historia por sí y para sí, está produciendo la destrucción de la engolada historia oficial. La fuerza del pueblo – que agudiza las contradicciones de la oligarquía y hace reducir su propia ideología a retórica acudiendo sólo a los resortes de la coacción – le hace ver cada vez más claro, y por ello surge el revisionismo histórico como autoliberación de la vieja y mentida historia que servía para amansarlo y extraviarlo. José María Rosa nos recuerda que “la historia no es erudición sino hacer político”, y define por ende con justeza al revisionismo.”¿Que se propone el revisionismo? ¿Esencialmente quebrar el coloniaje?”. Así, el revisionismo significa la primicia del triunfo de una política nacional. Luego, realzado, habrá cumplido su objeto y se habrá, derogado como “revisionismo”, haciéndose uno solo con la política concreta de los pueblos libres. Sigue leyendo

Concepto de Hispanoamérica

"Descripcion de la Yndias Ocidentales", mapa de principios del siglo VII de Antonio de Herrera y Tordesillas.

«Descripcion de la Yndias Ocidentales», mapa de principios del siglo XVII de Antonio de Herrera y Tordesillas

El siguiente texto, del historiador José Antonio Calderón Quijano, se publicó en la versión digital de la Gran Enciclopedia Rialp bajo el epígrafe Hispanoamérica. I. Concepto. (Al pie del artículo figura la bibliografía consultada)

América es, como hoy día se enuncia, la porción de tierra que forma el hemisferio occidental o nuevo continente. Es una concreción de tipo geográfico, histórico, espiritual, social, humano, etc. Su continuidad geográfica comprende el trozo de tierra que se extiende desde el estrecho de Behring hasta el cabo de Hornos y las porciones insulares adyacentes.

El vocablo América, cuya popularidad y generalización se debe a su sonoridad y equilibrio fonético, no refleja exactamente su evocación terminológica. La oportunidad divulgadora del italiano Américo Vespucio fue la causa determinante de la adopción de su patronímico para designar el nuevo continente. En parte, está también en la negación a la gran obra española en las Indias. Nuestros cronistas e historiadores, los protocolos de los escribanos contemporáneos y los documentos de cancillería hablan siempre de «Indias», «Nuevo Mundo», «Provincias y Reinos Indianos», etc. Las noticias procedentes de Europa son las que, con su condición de fuentes de segunda mano, su mediatización y reducción de ámbito usan el vocablo América. Es un término que llega de fuera, consagrado a mediados del s. XVIII. Frente al clásico concepto de Indias, orientales u occidentales, se impone por su mayor concisión, sonoridad y adecuación al significado continental, al que tampoco sirve como vocablo definitorio el impreciso término de «Ultramar», tan usado en el s. XIX. Sigue leyendo

Los Estados Unidos de Hispanoamérica

«Lo que realmente viene a primer rango de urgencia es la constitución de un gran superestado, que no vacilamos en llamar Estados Unidos de Hispanoamérica. Es la confederación de hecho que ha de pasar a ser de derecho. En deuda con la historia estamos desde 1810 en este punto. Y por no haber saldado esa deuda, hemos sido pasto fácil de todos los imperialismos»

Diseño en azul con estrellas de la Cruz de San Andrés, enseña emblemática de la Hispanidad

Diseño en azul con estrellas de la Cruz de San Andrés, enseña emblemática de la Hispanidad

El siguiente texto es un fragmento de «Los Estados Unidos de Hispanoamérica», del catedrático y académico colombiano José Galat.

Con los acontecimientos de la guerra anglo-argentina por las Islas Malvinas, súbitamente volvió a cobrar vigencia un tema que parecía superado: Panamericanismo o Hispanoamericanismo. La disyuntiva se plantea cíclicamente en el continente. La primera vez, con ocasión del célebre «Congreso Anfictiónico» celebrado en el año de 1826 en Panamá. Bolívar lo había concebido en sus sueños de gloria. El 7 de diciembre de 1824 redactaba la formal «Invitación a los gobiernos de Colombia, México, Río de la Plata, Chile y Guatemala a formar el Congreso de Panamá».

En el importante documento bolivariano apunta ya con diáfana claridad el proyecto de realizar lo que podría llamarse Confederación de los Estados Unidos de Hispanoamérica. Aunque este nombre no aparece entonces, la idea sí, pues «… es tiempo ya de que los intereses y las relaciones qué unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos». Sigue leyendo

La revolución hispanoamericana, 1808-1810

Salvador Viniegra (1862-1915), La promulgación de la Constitución de 1812

Salvador Viniegra (1862-1915), La promulgación de la Constitución de 1812

 
 
 
 
 
 
 
 

Autor: Olmedo Beluche, sociólogo y profesor de la Universidad de Panamá

LA REVOLUCIÓN HISPANOAMERICANA 1808 -1810.

De las abdicaciones de Bayona a las Cortes de Cádiz.

Uno de los pasajes menos estudiados del proceso independentista hispanoamericano es que el que va de, mayo de 1808, con las Abdicaciones de Bayona, a la instalación de las Cortes de Cádiz, en septiembre de 1810. Sorprende este aparente olvido, siendo este período el que dispara el chorro de acontecimientos que cambiaría para siempre la suerte del Imperio español y sus territorios americanos. Gracias a la deferencia del Prof. Guillermo Castro, hemos accedido a un libro que ilumina muy bien esta fase: Modernidad e independencias. Ensayos sobre las revoluciones hispánicas, del historiador hispano-francés François-Xavier Guerra (Fondo de Cultura Económica. México, 1992). Dato curioso, Guerra, que empezó estudiando al movimiento obrero marxista, y luego se concentró en historia de México e Hispanoamérica, fue miembro numerario del Opus Dei.

Dos maneras de entender la Nación, la antigua y la moderna

El objetivo central del libro consiste en estudiar el tránsito del Antiguo al Moderno régimen en la España (o las Españas) de inicios del siglo XIX. Cambios que se operan en las instituciones, pero también en las formas de sociabilidad y, sobre todo, en las mentalidades. Modificación en la forma de entender y relacionar categorías como Nación, Pueblo, Soberanía, Representación, Legitimidad, etc. Ese cambio se produjo en el bienio 1808-1810, en medio de la crisis de la Monarquía española, según François-Xavier Guerra. La forma como españoles ibéricos y españoles americanos entendían esos conceptos es una al inicio del proceso y otra al final del mismo. Cambio más cultural que efectivamente social y económico, y que el autor califica de Revolución. Sigue leyendo

Ayacucho: el nacimiento de Hispanoamérica

Artículo del escritor y periodista Fernando Díaz Villanueva, publicado en Suplementos de Historia del diario electrónico Libertad Digital el 15 de febrero de 2012

En 1819 América estaba en pie de guerra. Por América se entiende la América española, porque la otra, la de los Estados Unidos, era aún una pequeña e insignificante confederación de granjeros temerosos de Dios que vivían sin meterse con nadie bien pegados a la costa del Atlántico.

Ese mismo año, en la lejana España –que acababa de vender la Florida a los granjeros por cinco millones de dólares– un ejército de 20.000 hombres se dirigía a Cádiz. Los enviaba el rey Fernando VII para sofocar la asonada independentista de los españoles de ultramar.

Pero no pudieron embarcar. Uno de los oficiales del cuerpo expedicionario, Rafael del Riego, que se encontraba al frente del batallón asturiano, se conjuró con otros camaradas y tomaron preso al Conde de Calderón, comandante en jefe de la expedición. A Riego los problemas en los virreinatos americanos le parecían un asuntillo menor al lado del cruel destino que tenía que padecer la Madre Patria por culpa de la reincidente felonía del monarca que había jurado la Constitución de 1812 sólo para recuperar el trono. No contento con sublevar a la tropa e impedir su embarque, obligó al Rey a jurar la Pepa; o, mejor dicho, a tragársela, por utilizar una feliz expresión de aquella época.

Este episodio imprevisto ocasionó que los virreyes, especialmente el de Perú, se quedasen aislados de la metrópoli y a merced de los sediciosos, que año tras año iban haciendo jirones del portentoso edificio colonial. Cuando la noticia del levantamiento de Riego llegó a América, los capitanes rebeldes –libertadores los llamaban, aunque, en rigor, libertar no libertaron mucho, y al crudo malvivir hispanoamericano me remito– advirtieron que aquella era su oportunidad y aceleraron las campañas en marcha. Sigue leyendo